Al igual que en la primera noche, la segunda jornada de la Convención Nacional Republicana comenzó con un video en el que se criticaba a los demócratas diciendo que se quejan pero no proponen nada y se le dio paso a la bendición religiosa que estuvo a cargo de la pastora Norma Urrabazo.
Por Infobae
–El primer segmento comenzó con la historia de un convicto, Jon Ponder, que cambió su vida con la ayuda de un agente del FBI y se convirtió en el fundador de una organización no gubernamental de redención de convictos. Inmediatamente, el presidente Trump hizo su primera aparición en vivo de la noche, desde la Casa Blanca, para hablar de las segundas oportunidades para quienes quieren enderezar sus vidas.
“Creemos que cada persona es creada por Dios por un propósito. Yo voy a trabajar para darle a cada estadounidense, incluidos los convictos, la oportunidad de vivir su sueño”, decía Trump, quien desde hace años ha empezado a promover la reforma a la justicia penal. La reunión entre el ex convicto, el agente del FBI y el presidente terminó con la firma de un perdón presidencial para Ponder.
El siguiente discurso fue otorgado por un político, el senador Rand Paul, uno de los únicos dos precandidatos a la presidencia que hablarán en la convención. “Estoy orgulloso del trabajo que Donald Trump ha hecho como presidente. No siempre estamos de acuerdo (…) pero él hace el trabajo. Donald Trump dio vuelta años de burocracia y se convirtió en un motor de acción”, afirmaba el conocido senador libertario, quien además argumentó que quienes odian la guerra, deberían votar por Trump ya que el presidente decidió poner fin al conflicto en Afganistán.
El siguiente bloque contó con los testimonios de personas desconocidas, trabajadores de distintas partes del país: Jason Joyce, un pescador de langostas y Cris Peterson, dueña de una granja. Ambos dieron testimonio sobre cómo sus industrias mejoraron durante la administración Trump y llamaron a votar por el actual presidente. Con varios testimonios de dueños de pequeños negocios entrelazados en un video editado, los organizadores instalaron el tema de las regulaciones gubernamentales que fueron recortadas por esta administración y cómo eso le devolvió el poder a los trabajadores. Quizás este haya sido el argumento más tradicionalmente republicano que la campaña haya utilizado hasta el momento.
En esta segunda noche también hubo lugar para tratar el tema del aborto. Tomó la palabra Abby Johnson, una ex empleada de Planned Parenthood (la organización que impulsa la libertad de elección ante los embarazos y que financia clínicas en todo el país). Esta mujer detalló por qué tras presenciar un aborto se convirtió en una activista provida. “Apoyo a Trump porque ningún otro presidente ha hecho tanto por las personas por nacer”, aseguraba pasionalmente tocando uno de los temas más polémicos de la noche.
Pam Bondi, la ex fiscal general de la Florida, revivió la polémica del hijo de Joe Biden con una empresa ucraniana y acusó de corrupta a la administración Obama.
La hija menos mediática del presidente, Tiffany Trump, dio su discurso anoche. “Mi padre es el único que está enfrentándose a los poderosos, a los conglomerados de medios y a las farmacéuticas (…). Mi padre me ha hecho creer que América puede verdaderamente ser grande nuevamente (…) un voto por mi padre, es un voto por los ideales americanos. Sean sinceros con ustedes mismos y manténganse sinceros con el espíritu del país”, decía la joven recientemente graduada de abogacía.
Este martes vimos por primera vez al vicepresidente Mike Pence. Fue en un video editado en el que habla con votantes del pueblo natal de Abraham Lincoln. El eje de las conversaciones giró en torno a las oportunidades laborales que se abrieron en los últimos casi cuatro años.
Inmediatamente se escuchó el testimonio de un oficial de policía, Ryan Holets, de Nuevo México, quien lucha a diario con el flagelo de la crisis de los opiodes. Contando su historia personal de cómo terminó adoptando a la bebé de una desamparada adicta que encontró en la calle, y ayudó a esa madre biológica a combatir su adicción, argumentó que la administración Trump ha conseguido mejoras significantes en su lucha contra las drogas.
La vicegobernadora de Florida, Jeannette Nuñez, contó la historia de su familia huyendo del comunismo en Cuba. ”Los estadounidenses tienen una elección. La ruta del caos y el control gubernamental, o la opción que nos ofrece la libertad del sueño americano”, decía Nuñez, quien además mencionó que el plan de Trump es apoyarse en aliados como Colombia y combatir regímenes dictatoriales como el de Venezuela o el de Cuba.
Tras la participación de Nuñez -hija de inmigrantes-, el Presidente participó en la Casa Blanca de una ceremonia de naturalización de cinco nuevos ciudadanos estadounidenses. “Ustedes se ganaron el mayor honor y privilegio, ser ciudadanos Americanos”, decía Trump. El mandatario contó brevemente la historia de estos cinco nuevos ciudadanos provenientes de Bolivia, el Líbano, India, Sudán y Ghana.
Fue entonces el turno de otro de los hijos del presidente, Eric Trump. ”En la mirada de los demócratas radicales, Estados Unidos es la fuente de todos los males del mundo y quieren borrar nuestra historia. Quieren quitarle apoyo a nuestros oficiales de la ley. Quieren un país donde los pensamientos sufran censura (…). Esta es una batalla que solo mi padre puede ganar. Él no necesita el trabajo, pero lo hace”, aseguraba Eric, quien entre otras cosas prometió que si su padre gana la reelección, Estados Unidos llegará a Marte.
El discurso que más sorprendió en la noche fue el del fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron, un hombre afroamericano que le habló directamente a Joe Biden: “Míreme, señor vicepresidente. Soy afroamericano, mis ideas son propias y no estoy en cadenas”, en clara oposición a criticadas frases dichas por Biden en las pasadas semanas como que no hay diversidad de pensamientos en la comunidad afroamericana.
Desde Jerusalén llegó el discurso del secretario de Estado, Mike Pompeo. “Este presidente ha liderado iniciativas en todo el mundo. En China, se ha enfrentado al partido comunista responsable del virus que puso la economía del mundo en aprietos (…) en el medio Oriente, donde el Presidente autorizó que dispararamos contra el terrorista Suleimani (…) hoy gracias a la determinación del Presidente, ISIS ya no existe como amenaza”, detallaba el máximo diplomático del país, quien hizo un apartado para destacar el tratado de paz entre Israel y los Emiratos Árabes.
En el jardín de las rosas de la Casa Blanca, y con varias decenas de invitados en el público (entre los que se encontraban el presidente Trump y el vicepresidente Mike Pence), hizo su alocución la Primera Dama Melania Trump.
Con un perfil mucho más bajo que algunas de sus predecesoras, escuchar un discurso de esta magnitud de la señora Trump es una rareza. Un video con imágenes de su labor alrededor del mundo la presentó y su discurso cerró la noche.
“Hablo por mi esposo y nuestra familia cuando digo que no nos olvidamos de todos los que se arriesgaron al elegir un empresario sin experiencia en política. Ustedes lo hicieron Comandante en Jefe y ustedes van a lograrlo de nuevo en noviembre”, aseguraba la Primera Dama.
Melania dedicó buena parte de su discurso a hablar de la pandemia y también relató su historia personal, creciendo en la Eslovenia comunista. “Después de diez años de papeleo, estudié para la prueba y me convertí en ciudadana americana. Sigue siendo uno de los momentos que más orgullo me generan”, afirmaba destacando que ella también es una inmigrante. Con un repaso por los logros de la gestión, pidió que vuelvan a votar por Donald Trump.
Esta noche el discurso de cierre estará a cargo del vicepresidente Mike Pence.
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