La semana pasada, Perú realizó una operación de endeudamiento, con la colocación de bonos por 4.000 millones de dólares, uno de ellos con vencimiento en 2021, con lo que se une al club de los pocos países en tener estos bonos centenarios.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) del país, que autorizó la aprobación de la emisión de bonos, según el Decreto Supremo 349-2020 del MEF, publicado el 22 de noviembre, precisó, un día después, que la operación incluye tres bonos:
- El primero emitido a más de 100 años plazo, con un vencimiento en julio de 2121, por 1.000 millones de dólares.
- El segundo, de 1.000 millones de dólares, con vencimiento en 2032.
- El tercero, fue por 2.000 millones de dólares, que vence en 2060.
«La colocación del bono a más de 100 años representa el bono de más largo plazo emitido alguna vez por la República del Perú (el bono más largo en su momento fue el emitido a 40 años) y en el mundo», dice la nota de prensa del MEF.
De acuerdo con la institución, los fondos de la emisión de estos bonos se destinarán a financiar gastos relacionados con la prevención y contención del covid-19, así como a la reactivación económica.
«Un presidente por mera coyuntura»
«Creo que, evidentemente, cualquier tipo de deuda que se contraiga por un período tan largo compromete políticamente al país y a las futuras generaciones», opina, en entrevista con RT, Sergio Pascual, analista del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) y exdiputado español.
Esta operación de endeudamiento tiene, además, un contexto particular, porque se hizo luego de una crisis política que llevó al país a tener tres presidentes en solo ocho días, para dejar un interino por algunos meses.
El pasado 9 de noviembre, el Congreso depuso al entonces presidente Martín Vizcarra —quien había llegado a la Presidencia tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, en marzo de 2018—. Fue sustituido por Manuel Merino, quien ocupaba la titularidad del Parlamento; sin embargo, este tuvo que dimitir, en medio de incesantes protestas en las calles, que dejaron dos muertos y decenas de heridos. En su lugar, fue electo en la sede del legislativo Francisco Sagasti, quien gobernará hasta el 28 de julio del 2021.
«Lo que estamos hablando es que un presidente que está ahí por la mera coyuntura y al que le queda muy poco tiempo en el poder, porque las elecciones son en abril, ha comprometido 4.000 millones de dólares, nada más y nada menos, para el futuro de las siguientes generaciones en el Perú», enfatizó Pascual.
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