Preocupados de quedarse bloqueados en Europa, turistas estadounidenses se precipitaban el jueves a los aeropuertos de París y Londres para regresar a su país, después del anuncio sorpresa de Donald Trump de prohibir la entrada a Estados Unidos a los europeos por el coronavirus.
“Acabamos de bajar de nuestro avión y vamos a volver directamente… ¡No podemos creerlo!”, dice Tiara Streng, de 29 años, mientras hace fila con tres amigos en el aeropuerto Heathrow de Londres para un vuelo de vuelta a Colorado.
El grupo de amigos tenían planeado realizar un tour de 10 días, que les tomó siete meses de planificación, que debía incluir una parada por el Vaticano y por Irlanda, donde iban a participar en la celebración del día de San Patricio, cancelado por el coronavirus.
En Heathrow, largas colas de ciudadanos estadounidenses se formaron frente a los mostradores de American Airlines, Virgin y Delta para intentar cambiar sus billetes y volver a casa.
“Recibimos todos un mensaje cuando aterrizamos”, dice otra turista, Brooke Ward, de 32 años. “Nos preguntamos si deberíamos quedarnos. Obviamente, no queremos volver, pero pensamos que es lo mejor”, continúa.
Su compañero de viaje, Deepi, de 28 años, añade: “Nuestra familia y British Airways, de hecho todo el mundo nos ha aconsejado que volvamos a casa, dicen que es mejor”, señala.
Más de 20.000 personas (22.307) han sido contaminadas por el nuevo coronavirus en Europa, y 930 han muerto, según un balance realizado por la AFP el miércoles a las 17H00 GMT, a partir de datos oficiales.
“Creo que es completamente ridículo”, estima Streng sobre la prohibición de Trump de viajar de Europa a Estados Unidos, donde se han detectado unos 900 casos de infección por COVID-19 y 28 muertos.
Trump anunció a última hora del miércoles la prohibición de las llegadas a Estados Unidos desde Europa durante al menos un mes a partir de la medianoche del viernes (04H00 GMT del sábado en Europa).
La medida no se aplicará a los vuelos procedentes del Reino Unido pero sí a todas aquellas personas que hayan estado durante los 14 días previos a la llegada a Estados Unidos en cualquier país del espacio Schengen, con la excepción de los estadounidenses y quienes residan allí de forma permanente.
– ¿Qué es lo peor que nos puede pasar? –
Largas filas se formaban también temprano por la mañana en el aeropuerto parisino Roissy Charles de Gaulle.
“Estoy preocupado por mi vuelo”, suspira Tony Kropp en la cola del mostrador de billetes de la aerolínea Delta.
Vino a celebrar su cumpleaños 35 en París y está buscando más información sobre la situación y, si es posible, adelantar su regreso para “volver lo antes posible”.
El Departamento de Estado también ha instado a los estadounidenses a evitar todo viaje al extranjero.
“Mi jefe me pidió que permanezca en cuarentena en casa durante dos semanas a mi regreso. Me parece bien. Más vale prevenir que curar”, cuenta Hope, de viaje de negocios.
Para Carole Mendhan, la madre de Kate, “Si Donald Trump tomó esta decisión, es sólo para ser reelegido” en 2020. “Es sólo política”, añade, lamentando el hecho de tener que acortar su viaje sin haber tenido tiempo de “ver Versalles”.
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