Ciudadanos de Venezuela y otras nacionalidades como Colombia y Bolivia, se encuentran encarcelados en prisiones de la India por narcotraficantes.
Desde que los carteles mexicanos controlan el mercado de la droga en Estados Unidos, las agrupaciones suramericanas dedicadas al tráfico ilegal de estupefacientes como el cartel Maduro-Farc han buscado nuevos mercados.
En esa búsqueda la India se ha convertido no solo en un lugar de tránsito de droga para Asia Central sino también una pujante plaza para la venta de narcóticos con un creciente número de consumidores, explica Ravi Bangar, antiguo enviado indio a Suramérica.
Bangar conoce la región latinoamericana y asegura que el tráfico de drogas cambió desde la muerte de Pablo Escobar en 1993. Dese entonces se ha alejado progresivamente de la ruta del Caribe para aventurarse al océano Pacífico. El crimen organizado en la región está fragmentado y es muy horizontal, de acuerdo con Bangar.
India comparte con Venezuela la clasificación hecha desde Estados Unidos de ser uno de los 20 países con un gran tránsito o producción de drogas ilícitas. Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Hondura Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá y Perú completan la lista.
Como India está muy cerca de Afganistán. Pakistán e Irán, conocidos como «Media Luna de Oro», así como el «Triángulo de Oro» de Tailandia, Laos y Myanmar, es de por si una zona de rutas de droga muy activas.
Colombia, Bolivia y Perú son los tres principales productores de drogas ilícitas en América del Sur; la costa del Pacífico y Venezuela son los principales puntos de salida de las drogas, explica.
“Mientras la droga que llega a Europa es de Perú, las mafias de Colombia están diversificando el mercado y ahora tienen clientes en China, Australia e India. La droga ingresa a China principalmente en contenedores y no con «mulas», dice Bangar.
Las mafias venezolanas y colombiana son que controlan el tráfico desde Suramérica. Bangar explica que las estadísticas colombianas confirman que Estados Unidos, México y España son los principales destinos de las mulas venezolanas.
«Aunque nada justifica infringir la ley y transportar drogas, la verdad en el caso de los venezolanos es que la desesperación por obtener un puñado de dólares los ha llevado a la tentación de escuchar la canción de sirena macabra de la mafia», opina Bangar.
En la crisis del coronavirus, India también ha tomado la decisión de liberar presos de las cárceles para descongestionar el sistema penitenciario del país.
En la actual circunstancia y aprovechando que existen acuerdos y leyes que permiten la repatriación de prisioneros, diplomáticos de países suramericanos han abogado por la repatriación de sus conciudadanos encarcelados por delitos de tráfico de drogas en la India.
Actualmente, hay 50 prisioneros de diferentes países de América del Sur y entre ellos se encuentran ciudadanos venezolanos. También hay personas de Bolivia, Brasil, Perú, Colombia y Paraguay en diferentes cárceles, informaron fuentes diplomáticas indias.
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