La fotografía del rescate de una bebé inmortalizó el drama de quienes migran a nado desde Marruecos hacia el enclave español de Ceuta.
Juanfran, el guardia civil de la foto, relata el momento del que solo pudo ser consciente cuando se vio en la prensa.
«Estábamos en el agua y vimos a una mujer que tenía como un flotador de juguete, ahí manteniéndose a flote y en un principio creíamos que en la espalda llevaba una mochililla hasta que le vimos la cabecita y vimos que era un bebé…la mujer estaba flotando como podía y el bebé pues iba metido en el agua…», relata Juanfran.
Según Juanfran la pequeña es solo una parte de la tragedia detrás de cada migrante, pues muchos se aventuran sin saber nadar.
«Pocos nadadores solemos ver la verdad, a otro compañero mío se le agarraban por todos lados porque ellos sentían que se ahogaban”, relata el rescatista.
Ante la pregunta de qué le dicen los migrantes cuando los rescata, responde con emoción:
«No hace falta que digan nada, solo les ves la mirada. No pueden hablar tampoco mucho…».
Ceuta, un enclave español fronterizo con marruecos, se ha convertido en el lugar propicio de entrada por su corta distancia con ciudades marroquíes como Tetuán, acompañadas de marea baja.
Una situación que España cree que Marruecos no quiso contener en represalia por haber prestado atención médica y hospitalizado por COVID-19 a Brahaim Ghali, líder del Movimiento Independentista Sahara-ui Frente Polisario, el hombre que le declaró la guerra a Marruecos hace dos años, tras una tregua de más de dos décadas. AFP
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