Ese pedazo de cartón con un mensaje para su familia la convirtió en la protagonista central del mítico Tour de Francia. La fanática jamás pensó que las consecuencias de su inocente acto iban a ser mundiales. La misteriosa mujer de amarillo que generó un accidente masivo en la competencia ciclística fue detenida en las últimas horas luego de ser buscada durante cuatro días.
Por Infobae
Tras quedar bajo custodia de la Policía de Landerneau, los medios franceses comenzaron a revelar distintos detalles de lo sucedido y confirmaron un viraje rotundo de la historia que generó sorpresa: los organizadores del Tour decidieron retirar la denuncia que habían elevado el mismo sábado cuando se desató el bochornoso suceso.
La mujer se presentó por voluntad propia ante gendarmería del departamento de Finisterre alrededor de las 2 de la tarde del miércoles y rápidamente fue detenida por la Brigada de Investigación, según especificó el periódico francés Le Parisien. Si bien en un comienzo los medios de ese país especularon con que la aficionada en cuestión era extranjera –y algunos se aventuraron a señalar que era alemana–, la cadena RTL que dio a conocer la noticia de su detención aseguró que se trata de una mujer francesa de 30 años que fue interrogada en la sede policial de Landerneau.
“Por el momento sigue bajo custodia policial”, aclaró ante AFP el comandante del grupo de gendarmería de Finisterre, el coronel Nicolas Duvinage. De los pocos datos que se brindaron, se supo que la protagonista del hecho vive con su pareja en el norte de Finisterre y acudió a un médico antes de presentarse ante la Policía. Al mismo tiempo, reconocieron que realizaron un allanamiento en su casa.
Si bien se especula con que en las próximas horas se darán a conocer más detalles sobre la investigación, la atención policial estaba en corroborar la identidad de la mujer en cuestión para evitar que fuera una persona que haya inventado la historia: “Nos confirmó que su intención era enviar un mensaje a sus familiares por televisión”, le explicaron desde la gendarmería a Le Parisien. Su cartel, que decía “Allez Opi-Omi!”, fue interpretado como una mezcla entre el alemán y el francés en lo que se tradujo como “Vamos abuela y abuelo”.
Lo llamativo de todo este gran escándalo es que el subdirector del Tour de Francia, Pierre-Yves Thouault, anunció que darán de baja la denuncia que él mismo informó que iban a presentar el sábado del accidente. El directivo explicó que retiraron la presentación judicial con la finalidad de “apaciguar” el tema frente a la escalada “mediática” que tuvo. Al mismo tiempo pidió: “La atención debe centrarse en los corredores y no en el público”.
Este movimiento, que es parte de las principales portadas de los medios franceses, de todos modos no la sacará inmediatamente de su detención. Si bien ante este panorama sólo debería abonar una multa, los gendarmes confirmaron que prolongarán su custodia para “dar el ejemplo”, según detalló el medio Le Parisien.
“Tenemos que mostrar a todos los que vienen al Tour solo para ver a los corredores en la televisión que arriesgan mucho si obstaculizan la carrera”, explicaron desde las fuerzas policiales. Al mismo tiempo, insistieron con que no habrá tolerancia para próximos casos así. “Todos deben calmarse”, pidió el director de la carrera Christian Prudhomme, con un mensaje dirigido a los espectadores pero también buscando disipar la resonancia mediática.
Mientras tanto, la fanática que llevaba una chaqueta amarilla el día del accidente debería pagar una sanción económica que podría oscilar entre los 1.500 y los 15.000 euros, teniendo en cuenta que está acusada de haberse fugado del lugar de los hechos. También corría riesgo de permanecer bajo custodia policial hasta tres meses, aunque ahora todo estará por verse tras la decisión de los organizadores.
La investigación inicial, motivada por la denuncia del Tour, era por “lesiones involuntarias con incapacidad no superior a tres meses por violación involuntaria de una obligación de seguridad o prudencia”. El caso no había pasado inadvertido para nadie, a tal punto que la oficina local de la gendarmería de Finisterre había publicado en sus redes sociales un llamado a los testigos del hecho que pudieran aportar datos para identificar a la acusada.
Si bien la mujer, que ya fue “identificada formalmente”, a priori no tiene antecedentes, también habrá que ver cómo accionan los ciclistas. El corredor español Marc Soler, que debió abandonar la carrera por las fracturas en las dos cabezas de radio y la cabeza del cúbito izquierdo que sufrió, advirtió en una columna que firmó en el diario catalán La Vanguardia: “Estoy meditando denunciar a la espectadora, porque es todo un Tour lanzado a la basura y siento mucha rabia”.
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