Las autoridades de Corea del Sur están estudiando la posibilidad de solicitarle a su vecino del norte la entrega de un desertor norcoreano que regresó a su país natal.
El gobierno surcoreano estudia pedir a Pionyang la repatriación, basada en la orden de arresto que pesa sobre él en el Sur por violación, del desertor norcoreano que regresó a su país recientemente y que el régimen cree que está contagiado con la COVID-19.
«Las autoridades están llevando a cabo una investigación exhaustiva, y tomaremos una decisión después de analizar exhaustivamente los resultados de dichas pesquisas, las relaciones intercoreanas y medidas previas», dijo en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Unificación Yoh Sang-key.
Algunas voces críticas en Corea del Sur han pedido la repatriación forzosa del desertor, de 24 años de apellido Kim, argumentando que Seúl llevó a cabo el pasado noviembre una polémica repatriación de dos pescadores norcoreanos que habían desertado al Sur.
Aunque ambos países no tienen acuerdo de repatriación y el régimen no la solicitó, el gobierno sureño entregó a los dos hombres en la frontera tras una investigación preliminar que estableció que ambos habían matado a 16 compañeros con los que faenaban en aguas norteñas.
La acción deparó duras críticas contra el gobierno del liberal Moon Jae-in, al que se acusó de no tener en cuenta la pésima situación de los derechos humanos en Corea del Norte, donde a los desertores se les castiga muchas veces con torturas o la muerte.
En este caso, el desertor que Pionyang ha dicho que podría ser su primer contagiado de COVID-19 tiene una orden de arresto por haber violado en el Sur supuestamente a otra desertora en junio, días antes de huir a nado de regreso al Norte.
Aunque el régimen asegura que podría ser el primer posible caso de COVID-19 en su territorio, aparentemente no le ha realizado una prueba PCR.
A su vez, las autoridades sanitarias sureñas, que tienen uno de los sistemas de rastreo más exhaustivos del mundo, aseguran que no está en la lista de infectados, que no ha estado en contacto con contagiados y que sus contactos más próximos han testado negativo.
Los expertos creen que la enfermedad ya está presente en el país debido a la porosidad de la frontera con China y a que cientos de personas han podido fallecer a causa del virus.
Algunos analistas incluso creen que el régimen podría estar aprovechando el caso del desertor para culpar al Sur y a los desertores ante el pueblo norcoreano de la entrada del virus.
EFE
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