Un grupo de manifestantes fue dispersado de manera violenta de un puente en Bagdad, dejando un saldo de tres muertos y 20 heridos.
Después de días sin que se produjesen fallecimientos en el marco de las protestas con las que los iraquíes piden más servicios básicos y menos corrupción, la capital iraquí registró en las últimas horas nuevas víctimas, muchas de ellas por asfixia, confirmó una fuente del Ministerio de Interior que pidió el anonimato.
Los incidentes tuvieron lugar mientras las fuerzas de seguridad trataban de dispersar a manifestantes atrincherados en el puente Al Ahrar, en el centro de Bagdad, y de obligarles a moverse hacia la plaza Al Julani, para lo que se valieron de gases lacrimógenos, bombas de humo y disparos al aire.
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En la plaza Tahrir, epicentro de las protestas, la situación está bajo control, si bien Al Julani es escenario de enfrentamientos entre las tropas y los participantes en las protestas, precisó la fuente.
Los principales motivos del descontento popular son la falta de oportunidades económicas y de servicios básicos públicos, que los ciudadanos achacan en gran medida a la corrupción y la mala gestión de los dirigentes políticos.
Más de 300 personas han muerto en nueve provincias de Irak desde que comenzaron las protestas, a principios de octubre, en su mayoría por disparos de francotiradores y la represión por parte de las fuerzas de seguridad, según datos de la ONG Observatorio Iraquí para los Derechos Humanos.
Efe
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