El sur de Estados Unidos atraviesa por una peligrosa y prolongada ola de calor que ha provocado que varias carreteras colapsen. Además, los transeúntes se han visto forzados a buscar refugios climatizados teniendo en cuenta que las temperaturas han superado los 46 ºC.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió alertas por calor excesivo desde Arizona hasta Alabama, siendo el sur y el centro de Texas y el valle del Bajo Mississippi los más afectados.
«Puede haber más peligro que en un episodio típico de calor, debido a la elevada duración o al récord de las mínimas nocturnas y a las elevadas lecturas del índice de calor durante el día», dijo el NWS, instando a los estadounidenses en las zonas afectadas a beber mucho líquido, permanecer en el interior y controlar a los familiares vulnerables.
El cambio climático está provocando olas de calor cada vez más frecuentes e intensas en las principales ciudades de Estados Unidos, según la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA).
La mayor parte de Texas ya se había calentado 0,83 ºC en 2016, en comparación con un siglo antes, debido a las emisiones históricas acumuladas de gases de efecto invernadero, dijo la EPA.
Se espera que las sofocantes condiciones se extiendan por todo el sur a partir del miércoles y continúen durante el largo fin de semana festivo del 4 de julio.
La semana pasada, un empleado de correos de 66 años se desmayó mientras repartía correo en Dallas, cuando el índice de calor rondaba los 46 ºC. Murió horas después, según informó el Servicio Postal de Estados Unidos a los medios de comunicación, aunque aún se está investigando la causa del fallecimiento.
Y el viernes, un niño de 14 años colapsó por agotamiento mientras hacía senderismo en el Parque Nacional de Big Bend, en Texas, y murió más tarde, según un comunicado oficial.
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