Una alerta lanzaron los trabajadores de salud de la primera línea de vacunación contra el covid en la India al señalar una masiva falsificación de los certificados de vacunas, en especial para las segundas dosis.
De acuerdo con los trabajadores de la salud indios, las personas están siendo registradas oficialmente como si hubieran completado su esquema de vacunación de dos dosis cuando sólamente están recibiendo una inyección. Esto debido a las presiones del gobierno para cumplir con los objetivos de inmunización de la población.
Señalan que el procedimiento es fácil de falsificar, sobre todo después de la primera dosis, pues para inscribir la segunda se utilizan registros personales de la dosis ya aplicada y se opta por omitir un código enviado al teléfono móvil del vacunado. Así, la persona aparentemente completa su esquema sin acudir a la cita de la segunda dosis.
“No hay ningún problema técnico”, dijo Aditya, un trabajador de la salud de Uttar Pradesh citado por The Guardian, que solicitó que solo se usara su nombre de pila por temor a represalias. “El problema es la presión sin precedentes sobre nosotros para aumentar la cantidad de personas vacunadas”.
El estado de vacunación de todos los ciudadanos se registra en una plataforma construida por el gobierno llamada CoWIN. Los certificados de vacunación de CoWIN son reconocidos a nivel mundial y hacen que las personas sean elegibles para viajes interestatales e internacionales, incluso a países que solo aceptan pasajeros con todas las vacunas.
El gobierno había fijado una fecha límite de finales de 2021 para vacunar a todos en India, que no se cumplió. Según las estadísticas oficiales, el 75% de la población adulta ya ha recibido dos dosis. La semana pasada, el primer ministro, Narendra Modi, tuiteó que estaba “orgulloso de todos aquellos que están haciendo que nuestra campaña de vacunación sea un éxito”.
Sin embargo, los trabajadores de la salud que hablaron con The Guardian alegaron que las cifras estaban siendo manipuladas y estimaron que en las áreas urbanas, entre el 20% y el 35% de las personas habían sido registradas de manera fraudulenta como doblemente vacunadas. En las áreas rurales estimaron que la cifra podría ser tan alta como 40% a 60%.
Uno de los testimonios recogidos por el medio inglés fue el de Manish Kumar, un estudiante de 21 años de Patna, Bihar, quien describió cómo se dirigía a un centro de vacunación en junio del año pasado cuando su hermana, Puja Kumari, de 28 años, recibió un mensaje de texto en su teléfono que decía que había recibió con éxito su primera vacuna.
Cuando los hermanos llegaron al centro aproximadamente una hora después, plantearon el problema a los funcionarios y amenazaron con emprender acciones legales. “Después de eso, nos vacunaron a todos, incluida mi hermana, dijeron que había una falla técnica y se disculparon”, dijo Kumar.
Pero lo mismo le sucedió al padre de Kumar, Mukesh Prasad, un agricultor, que se dirigía al centro de vacunación cuando recibió un mensaje de texto que decía que le habían administrado su segunda vacuna.
Otro problema surgió cuando se trataba de la segunda dosis de Kumar. En octubre, después de mudarse a 170 millas para asistir a la Universidad Hindú de Benaras en el estado vecino de Uttar Pradesh, recibió un mensaje que decía que acababa de recibir su segunda dosis en un centro de salud en Patna. “Quiero algún tipo de protección contra el covid-19, pero ¿cómo conseguiremos mi padre y yo la segunda vacuna?”. preguntó Kumar.
Varios casos documentados señalan los mismos inconvenientes al momento de aplicarse las dosis, indicios que señalan posibles manipulaciones a los datos de vacunación.
Pero eso no es todo, las personas fallecidas también parecen estar recibiendo certificados de vacunas en un aparente intento de aumentar los números. En enero, Uday Bir Singh estaba almorzando con familiares en un restaurante cuando recibió un mensaje de texto: “Estimado Manju Rani, se ha vacunado con éxito con su segunda dosis”. Un clic en el enlace adjunto al mensaje reveló el certificado de vacunas de su esposa, Rani, quien había muerto de Covid ocho meses antes.
“Parecía una broma cruel”, dijo Akanksha, la hija de Singh a The Guardian. “¿Cómo se puede vacunar a mi madre en enero de 2022 cuando murió en mayo de 2021? Nos sentimos devastados y no entendíamos cómo sucedió”.
En un comunicado, el gobierno negó que se estuviera produciendo un fraude con las vacunas y afirmó que cada equipo de vacunas tenía un “verificador” cuyo único trabajo era confirmar las identidades de las personas vacunadas.
“[El] sistema CoWIN es una plataforma inclusiva y ha sido diseñado teniendo en cuenta las limitaciones y los desafíos de la disponibilidad móvil e Internet en todo el país”, señaló el gobierno.
Afirmar que al sistema se había incorporado SOP (procedimientos operativos estándar) y otras características para evitar la entrada de datos fraudulentos y/o incorrectos en el momento de la vacunación.
Sin embargo, las dudas persisten y los trabajadores de la salud reiteran que a causa del aumento de casos por la pandemia el ya precario sistema de salud indio está sobrecargado y los está sobrecargando de trabajo, al tiempo que aumenta las exigencias de resultados.
Varios trabajadores dijeron que la práctica de registrar falsamente a las personas como totalmente vacunadas fue el resultado de las amenazas de altos funcionarios de suspender a los trabajadores o retener los salarios si no se cumplían los objetivos de vacunación.
“La forma fácil de salirse con la suya es registrar a las personas, pase lo que pase. Es menos agitado y los funcionarios también están contentos”, afirmó uno de ellos.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.