Al menos dos soldados y un gendarme murieron este sábado cuando un artefacto estalló al paso de su vehículo en el noreste de Costa de Marfil, cerca de la frontera con Burkina Faso, informó una fuente de seguridad a la AFP.
AFP
«La explosión también causó tres heridos», menos de una semana después de un ataque de presuntos yihadistas en la localidad de Tougbo, a pocos kilómetros de la frontera con Burkina Faso, según la misma fuente.
La explosión se produce dos días después de la inauguración de una Academia Internacional para la Lucha Contra el Terrorismo (AILCT) en Jacqueville, cerca de Abiyán, para ayudar a luchar contra los yihadistas que intensifican sus operaciones en el Sahel.
Es el cuarto ataque en poco más de dos meses en esta región.
Estos ataques no han sido reivindicados, pero su autoría se atribuye a los yihadistas que operan en varios países vecinos, como Burkina Faso, Malí y Níger.
Costa de Marfil fue blanco por primera vez de un ataque yihadista en 2016, en la ciudad costera de Grand-Bassam, cerca de Abiyán: los atacantes abrieron fuego contra la playa y los hoteles con un saldo de 19 muertos.
El Sahel sufre multitud de ataques y atentados cometidos por una miríada de grupos yihadistas, vinculados a Al Qaida o al grupo Estado Islámico (EI), que echan raíces en zonas que las autoridades han dejado de lado.
Además del Sahel, desde hace varios años los grupos yihadistas atacan a intervalos regulares en los países del Golfo de Guinea, como Costa de Marfil.
«El norte de Costa de Marfil, fronterizo con Burkina Faso, empieza a estar bajo la influencia de grupos yihadistas», afirmó recientemente a la AFP el experto antiterrorista marfileño Lassina Diarra. «Desde hace unos meses, algunas personas, aunque ultraminoritarias, comienzan a dejarse seducir» por los yihadistas, añadió.
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