El primer ministro Justin Trudeau se disculpó el viernes por «políticas gubernamentales dañinas» y no descartó una investigación criminal tras el hallazgo de cientos de tumbas en antiguas escuelas residenciales indígenas en el oeste de Canadá.
AFP
El mea culpa público por la política de asimilación indígena y otros errores históricos se produce después de que la Primera Nación Cowessess anunciara el hallazgo de 751 tumbas sin marcar en la antigua Escuela Residencial Indígena de Marieval, en la provincia de Saskatchewan, menos de un mes después de un descubrimiento similar en un viejo internado de Kamloops, Columbia Británica.
«Esta fue una política gubernamental increíblemente dañina que fue la realidad de Canadá durante muchas, muchas décadas y los canadienses de hoy están horrorizados y avergonzados de cómo se comportó nuestro país; de una política de asimilación forzada que arrancó a los niños de sus hogares, de sus comunidades, de su cultura y de su idioma», dijo Trudeau en una conferencia de prensa en Ottawa.
«Lo sentimos», dijo a la nación Cowessess y a las otras comunidades indígenas, dijo. «No podemos deshacer el pasado, pero podemos comprometernos todos los días a arreglarlo en el presente y en el futuro».
Las excavaciones en la escuela de Marieval, unos 150 km al este de la capital provincial Regina, comenzaron a fines de mayo tras el hallazgo de los restos de 215 niños en el internado de Kamloops.
Las búsquedas se realizan en varios internados a lo largo del país, con la ayuda del gobierno federal.
Consultado sobre si se justificaba una investigación criminal, como exigen varios líderes indígenas, Trudeau dijo: «Creo que la gente quiere entender adecuadamente lo sucedido».
«Estamos abiertos a tomar las medidas necesarias para conocer la verdad», agregó en francés, para «asegurarnos de que haya consecuencias para las organizaciones, instituciones y quizás, en algunos casos, para las personas» relacionadas con la gestión de esos internados.
Por otra parte, Trudeau dijo que le ha pedido al papa Francisco que venga a Canadá y se disculpe por los abusos en las escuelas administradas por la Iglesia Católica financiadas por el gobierno.
«He hablado personalmente y directamente con Su Santidad el Papa Francisco para recalcarle lo importante que es no solo que se disculpe, sino que se disculpe con los canadienses indígenas en suelo canadiense», aseguró.
El liderazgo de la Iglesia católica «está observando y participando muy activamente en los próximos pasos que se pueden tomar».
Mientras tanto, el Misionero de los Oblatos de María Inmaculada, la orden religiosa que operaba 48 escuelas residenciales indígenas en Canadá, incluidas las de Kamloops y Marieval, se comprometió a revelar todos los documentos históricos en su poder para ayudar a arrojar luz sobre las muertes registradas.
«Lamentamos profundamente nuestro involucramiento en las escuelas residenciales y los daños ocasionados a los pueblos y comunidades indígenas», dijo el grupo en un comunicado.
Unos 150.000 niños nativos, mestizos e inuit fueron reclutados a la fuerza hasta la década de 1990 en 139 de estos internados en todo el país, gestionados en general por la Iglesia católica, donde fueron aislados de sus familias, idioma y cultura.
Muchos de ellos fueron sometidos a maltratos y abusos sexuales en estos centros educativos, donde más de 4.000 alumnos hallaron la muerte, según una comisión de investigación que concluyó que Canadá perpetró un auténtico «genocidio cultural».
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