La Unión Europea pidió el jueves al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hechos para relanzar sus relaciones con Turquía y puso a Ankara bajo vigilancia hasta junio para marcar su desaprobación por el deterioro de los derechos y libertades en el país.
AFP
Los dirigentes de la UE reunidos en una cumbre por videoconferencia aprobaron una estrategia «progresiva, condicional y reversible» para reforzar la cooperación en «un cierto número de campos de interés común», según la declaración aprobada por los dirigentes.
«Tenemos un marco para mejorar nuestras relaciones, pero es indispensable que Turquía modere su comportamiento. Por tanto, nos mantenemos prudentes», explicó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, al término de la cumbre.
La UE está dispuesta a modernizar la Unión Aduanera, reanudar el diálogo de alto nivel y facilitar los trámites de los visados para los nacionales turcos. Michel anunció que se prepara con Ankara una visita «en abril».
«Pero si Turquía realiza de nuevo acciones unilaterales y se libra a provocaciones, suspenderíamos las medidas de cooperación», advirtió.
Turquía criticó las conclusiones de la cumbre con la UE, aunque prometió responder con «pasos positivos» a los eventuales gestos de los Veintisiete.
«Pese a que se ha subrayado la necesidad de una agenda positiva, se ha constatado que el informe ha sido escrito desde un punto de vista unilateral y bajo la influencia de las alegaciones de algunos países miembros de mente estrecha», lamentó el ministerio turco de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Los europeos desean normalizar las relaciones con Turquía tras un año de tensiones. Pero piden al presidente turco que dé muestras de su voluntad de apaciguamiento, y resuelva, en particular, los contenciosos con Grecia y Chipre, se retire de Libia y respete los derechos fundamentales en su país.
Debido a la nueva ola de contagios por el covid-19, la cumbre tuvo lugar mediante videoconferencia, una fórmula que no permite los debates.
Las conclusiones sobre Turquía, preparadas por Charles Michel, fueron aprobadas antes de la intervención del presidente estadounidense Joe Biden.
Invitado a sumarse a los dirigentes europeos, Biden se conectó a las 20h45 (19h45 GMT) para un intercambio sobre la lucha contra la pandemia y la reconstrucción de las relaciones entre la UE y Estados Unidos, deterioradas durante la administración de Donald Trump.
Las relaciones de Washington con Ankara tampoco atraviesan su mejor momento. Pero los estadounidenses y europeos rechazan cortar los puentes con Ankara.
Turquía tiene una importancia «estratégica» para los europeos, reiteró la canciller alemana Angela Merkel.
Ankara aceptó controlar sus fronteras con la UE para impedir el paso ilegal de migrantes y refugiados por su territorio y recibe desde hace 10 años a cerca de 4 millones de sirios que huyeron de la guerra en su país.
La UE prepara proseguir la financiación de los sirios en Turquía, Líbano y Jordania.
«No hay que ser ilusos»
Los europeos estuvieron molestos por el comportamiento «agresivo» del presidente turco el pasado año y no tienen mucha confianza en él.
«Observamos una ausencia de señales negativas desde el inicio del año, pero nadie es iluso, ya que varios factores explican este comportamiento: el cambio de presidente en Estados Unidos, la fragilidad de la economía turca y las consecuencias de posibles sanciones europeas», explicó un diplomático europeo a la AFP.
La decisión del presidente turco de abandonar la convención de Estambul contra la violencia machista, al día siguiente de un encuentro con Charles Michel y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, fue vista como un desaire.
Angela Merkel tildó la señal de «muy muy lamentable».
«Las cuestiones ligadas al estado de derecho son el ADN de la UE y forman parte de las discusiones con Turquía», aseguró Michel.
El presidente turco fue invitado a evitar todo comportamiento hostil contra los Estados miembros, después de que el miércoles Ankara y París volvieran a a enzarzarse en un nuevo rifirrafe tras la acusación del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre los futuros intentos de injerencia de Turquía en la próxima elección presidencial francesa.
«Durante los próximos meses habrá una vigilancia creciente para determinar en junio si se dan las condiciones para reanudar» la relación, explicó el diplomático.
«Si se constata un retroceso, la UE sabrá defender sus intereses. Los instrumentos están listos», dijo.
El informe preparado por el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, cita varias opciones, entre ellas sanciones para el sector turístico turco.
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