Un convoy humanitario del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha partido este viernes desde Zaporiyia hacia la ciudad portuaria sitiada de Mariupol, en el sudeste de Ucrania, con la «esperanza» de que las evacuaciones de miles de civiles puedan comenzar hoy, según ha dicho un portavoz en una rueda de prensa.
«Tenemos permiso para mudarnos hoy y estamos en camino a Mariupol», ha dicho el portavoz del CICR, Ewan Watson. «Tenemos la esperanza de que [la operación de paso seguro] comience hoy». Sin embargo, el convoy no recibió permiso para llevar ayuda humanitaria y partió sin suministros básicos, que escasean en la ciudad, muy castigada por los ataques de las tropas rusas, desde hace semanas. Watson ha reconocido que no está garantizado que se produzca este viernes la evacuación de civiles, que ya fracasó en otras ocasiones: «No tenemos todos los detalles para asegurar que esto ocurrirá de una manera segura hoy. No está claro, pero mantenemos la esperanza», ha insistido a la prensa en Ginebra el portavoz de la organización.
El jueves, un equipo de Cruz Roja de Dnipro llegó a Zaporiyia para dirigirse a Mariupol y facilitar la salida segura de los ciudadanos, sin embargo, en la mañana de este viernes un asistente del alcalde de Mariupol ha informado de que la ciudad sitiada del sur de Ucrania permanecía cerrada para cualquiera que intentara entrar o salir y que era «muy peligrosa». Petro Andryushchenko ha explicado que las fuerzas rusas han estado impidiendo desde el jueves que llegara la más mínima cantidad de suministros humanitarios, dejando en claro que no se ha abierto un «corredor humanitario» como estaba planificado. “La entrada a la ciudad permanece cerrada y es muy peligroso salir en transporte con personal”, ha dicho Andryushchenko en la aplicación de mensajería Telegram. «Además, desde ayer los ocupantes han prohibido categóricamente la entrada de ayuda humanitaria a la ciudad, incluso en pequeñas cantidades». Un convoy de autobuses que partió hacia Mariupol el jueves no llegó a la ciudad, añadieron funcionarios ucranianos el jueves por la noche.
En Mariupol, que contaba con unos 450.000 habitantes antes de que empezara la guerra, hay todavía decenas de miles de civiles atrapados bajo los combates y los bombardeos de las tropas rusas. Según las autoridades ucranias, la cifra ronda las 170.000 personas. La situación en la urbe es «apocalíptica» debido a la falta de suministros básicos, según ha descrito la Cruz Roja. La localidad, con salida al mar de Azov, es clave para Rusia, pues su conquista le permitiría crear un corredor desde la región de Donbás, donde está las autoproclamadas repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, hasta la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014 tras un referéndum ilegal que la comunidad internacional no reconoce.
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