El ministro de Relaciones Exteriores y ministro de Defensa de Irlanda, Simon Coveney, pidió a Rusia que acepte un alto al fuego humanitario inmediato y pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que encuentre una manera de detener la guerra.
Coveney dijo en la sesión informativa de la ONU del martes sobre la situación humanitaria en Ucrania. El ministro acababa de visitar el país y vio la devastación en Bucha.
“Las únicas armas que tenemos son la diplomacia, el diálogo, los hechos, el liderazgo colectivo y, lo que es más importante, un compromiso compartido con el derecho internacional y la Carta de la ONU”, dijo Coveney dirigiéndose al consejo.
«Tal como fue el 25 de febrero, así es hoy, esta es una guerra de elección y puede terminar de inmediato si el presidente Putin así lo decide”, añadió.
Coveney dijo que, en lugar de buscar el fin de la guerra, ha visto una ofensiva renovada y mejorada en el este de Ucrania.
“Esto es una locura, que la historia juzgará con mucha dureza”, dijo Coveney. “Tenemos que encontrar una manera de detener esta guerra y este consejo tiene la responsabilidad única de hacerlo».
El largo alcance de la guerra: en su discurso, Coveney dijo que el conflicto dentro de las fronteras de Ucrania estaba causando consecuencias económicas que las personas que viven en el Medio Oriente, África y América Latina sienten a miles de kilómetros de distancia.
“El precio del trigo y el petróleo ha subido un 300% en Somalia donde más de 700.000 personas ya están desplazadas por la sequía. Las reservas de trigo en Palestina podrían agotarse en menos de 3 semanas”, dijo. “Los más vulnerables del mundo no pueden convertirse en daños colaterales en otro desastre del que no son responsables”, añadió.
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