El gobierno de Estados Unidos prohibirá las remesas a Cuba a través de compañías controladas por los militares cubanos, algo que afectará directamente a la mayor compañía de envíos de remesas a Cuba, según un borrador de documento publicado en el Registro Federal y que entrará en vigor a partir del 27 de noviembre.
Por: MARIO J. PENTÓN/ Nuevo Herald
La mayor parte de las remesas que llegan a Cuba lo hacen por vías oficiales. El 51.3 por ciento de las compañías que envían remesas a la isla tienen contratos con Fincimex, la empresa controlada por los militares cubanos para canalizar las remesas.
Fincimex, previamente sancionada por Estados Unidos, es subsidiaria del Grupo de Administración Empresarial (GAESA), controlado por el poderoso general de brigada Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, ex yerno del gobernante y jefe del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro.
El documento señala que se eliminarán las autorizaciones “relacionadas con las remesas en cualquier transacción que involucre entidades o subentidades identificadas en el Lista Restringida de Cuba”.
La medida afectará directamente a Western Union, la mayor compañía de envíos de remesas a Cuba, dijo Emilio Morales de la consultora Havana Consulting Group, quien se ha dedicado a estudiar el flujo de remesas a la isla.
Western Union dijo al Herald que estaba “investigando” las nuevas disposiciones de OFAC y declinó hacer comentarios por el momento.
“Estados Unidos quiere que el dinero llegue a manos del pueblo cubano, no que se quede en las arcas de los militares, que es lo que ha pasado hasta ahora. Estamos hablando de $3,700 millones al año que los militares manejan a su antojo”, dijo Morales.
Según el experto, “el gobierno cubano ha creado todos los mecanismos posibles para convertir ese dinero en su fuente de financiamiento”.
“¿Cómo se explica que los militares hayan construido 57 hoteles en los últimos dos años? ¿De dónde sale el dinero de las inversiones si el turismo apenas genera unos ingresos de $2,400 millones en bruto y las ganancias son de un 12 por ciento?” agregó.
Morales dijo que en ningún país de América Latina el negocio de las remesas es controlado por los militares.
“Las remesas continuarán fluyendo a través de agencias y canales informales pero ya no financiarán la represión del ejército”, añadió.
Desde Cuba el ministro de relaciones exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, condenó las nuevas medidas, que según él están orientadas a “dañar” al pueblo cubano.
“La nueva medida contra las remesas reafirma que no existen límites para un gobierno criminal en la imposición de políticas que limiten los contactos, la comunicación y la ayuda mutua entre las familias de ambos países”, escribió el canciller este viernes en Twitter.
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