Después de que el presidente Vladimir Putin declaró victoria al tomar una provincia en el este de Ucrania vital para sus objetivos bélicos, sus fuerzas intensificaron su ofensiva en la provincia vecina, llevando al gobernador local a pedir la evacuación masiva de los habitantes.
El gobernador Pavlo Kyrylenko dijo que sacar a los 350.000 habitantes que quedan en Donetsk es imperativo para salvar vidas y permitirle al ejército ucraniano defender mejor a los poblados cercanos ante el avance ruso.
“El destino del país entero se decidirá por la región de Donetsk”, dijo Kyrylenko a reporteros en Kramatrosk, el centro administrativo de la provincia y sede del cuartel regional del ejército ucraniano.
“Una vez que haya menos gente podremos concentrarnos más en el enemigo y realizar nuestras tareas principales”, afirmó Kyrylenko.
Este sea posiblemente el más amplio pedido de una evacuación en lo que va de la guerra. Según la agencia de refugiados de la ONU, hay más de 7,1 millones de desplazados internos en Ucrania, además de otros 4,8 millones que se han visto obligados a abandonar el país desde que inició la guerra el 24 de febrero.
El gobernador dijo que debido a que poseen infraestructura crítica como plantas de filtración de agua, los objetivos principales de Rusia son ahora Kramatorsk y Sloviansk, una ciudad a 16 kilómetros al norte.
Kyrylenko describió el bombardeo como “sumamente caótico … no hay un objetivo específico… lo único que hacen es destruir infraestructura civil y áreas residenciales”.
Sloviansk fue también víctima de un intenso fuego el martes. El alcalde Vadim Lyakh dijo en Facebook que “un cañoneo masivo” ha castigado a Sloviansk, cuya población antes de la guerra era de unos 107.000 habitantes. El alcalde, que horas antes había pedido a la población evacuar la zona, les aconsejó buscar refugio.
Por lo menos una persona murió y siete resultaron heridas el martes, dijo Lyakh. Añadió que el mercado central y varios distritos fueron cañoneados, agregando que las autoridades todavía evalúan la gravedad de los daños.
El llamado del alcalde de Sloviansk subraya los temores de que las fuerzas rusas se aprestan a adentrarse más en el Donbás, una región mayormente rusófona de Ucrania donde están concentradas las fuerzas más experimentadas del país.
Sloviansk ha sido blanco de cohetes y artillería durante la guerra y los cañoneos se han intensificado desde que Rusia conquistó la principal ciudad en la vecina provincia de Luhansk, indicó el alcalde Lyakh.
“Es importante evacuar la mayor cantidad de gente posible”, declaró el alcalde, añadiendo que los cañoneos dañaron unas 40 viviendas solamente el lunes.
Las fuerzas ucranianas se retiraron el domingo de Lysychansk para evitar quedar rodeadas. Tanto Putin como su ministro de defensa dijeron que la conquista de la ciudad deja bajo dominio ruso a toda Luhansk, una de las dos provincias que conforman el Donbás.
La presidencia ucraniana afirmó que sus fuerzas siguen defendiendo una pequeña parte de Luhansk y que están tratando de replegarse para fortalecerse en posiciones cercanas.
La interrogante ahora es si Rusia podrá sacar las fuerzas suficientes para tomar la provincia Donetsk y así completar una conquista del Donbás. Putin reconoció el lunes que las unidades que combatieron en Luhansk “necesitan descansar un poco y recuperar su capacidad de combate”.
El ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu afirmó el martes que la guerra en Ucrania continuará hasta que Rusia alcance todos sus objetivos militares.
Sin embargo, añadió que “las prioridades” de Moscú por ahora son “preservar las vidas y el bienestar” de los soldados y “eliminar las amenazas las vidas civiles”.
Cuando Putin ordenó la invasión de Ucrania el 24 de febrero, dijo que su objetivo era defender a los habitantes del Donbás contra una supuesta agresión ucraniana, además de la “desmilitarización” y “desnazificación” de Ucrania.
(Con información de AP)
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