La tragedia sigue presente en Irán. Durante el cortejo fúnebre del general Qassem Soleimani, se produjo una gran extampida que dejó al menos 35 muertos y 48 heridos en la población de Kerman.
Al igual que durante los entierros de los últimos días en las ciudades de Ahvaz y Mashad, y en la capital Teherán, el dolor se ha alternado con la furia a la hora de exigir «venganza» por la pérdida del «mártir», reseñó El Mundo de España
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El general de brigada Husein Salami, máximo mando de la Guardia Revolucionaria ha respondido a estas demandas. «Diría la última palabra al principio: nos vengaremos», bramó durante su intervención. «Lo vengaremos de manera fuerte, decisiva y conclusiva», sentenció, ante una muchedumbre repleta de allegados al general considerado por EEUU un «terrorista».
Soleimani se había labrado una popularidad que rebasaba los nichos tradicionales de apoyo al Gobierno con un discurso comedido, ademanes sencillos y, sobre todo, por sus misiones en el exterior, percibidas en Irán como actos de defensa de la nación.
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