Un avión con el expresidente de EE.UU., Donald Trump, a bordo, sufrió un fallo de motor la noche del pasado sábado sobre el golfo de México, lo que obligó al piloto a realizar un aterrizaje de emergencia en Nueva Orleans (Luisiana) poco después de despegar de dicha localidad, informan Politico y The Washington Post.
Según señalaron fuentes, el incidente tuvo lugar mientras la aeronave se dirigía de Nueva Orleans –donde Trump había participado en un evento privado con algunos de los principales donantes del Partido Republicano– a su residencia de Mar-a-Lago en Palm Beach (Florida).
El avión recorrió unos 120 kilómetros después de despegar de Lakefront Airport, alcanzando una altitud de unos 8.500 metros, antes de dar la vuelta, de acuerdo con los datos de seguimiento de ADS-B Exchange. A parte del propio exmandatario, el Dassault Falcon 900 transportaba a un grupo de agentes del Servicio Secreto y algunos de sus asesores, detallaron personas familiarizadas con el asunto.
Los datos de seguimiento, revisados por The Washington Post, muestran que el avión estaba sobre el agua cuando dio la vuelta y se dirigió al Aeropuerto Internacional Louis Armstrong. Durante el aterrizaje un controlador aéreo le avisó al piloto que «habrá vehículos siguiéndole por la pista». «Se lo agradezco», respondió este, según las grabaciones archivadas por el portal LiveATC.net.
Las fuentes apuntaron que el avión pertenece a un donante, cuya identidad no fue revelada, que se lo prestó a Trump para volar esa noche. Unas horas después el político volvió a Florida en un avión diferente, señala The Washington Post.
Por su parte, los portavoces del expresidente y del Partido Republicano declinaron hacer comentarios.
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