Casi un tercio de los inmigrantes que llegan a Nueva York en envíos organizados por el Gobierno de Texas lo hace contra su voluntad, según la Alcaldía neoyorquina, que ahora trata de ayudarlos para reunirse con sus familias en otros estados.
Para el comisionado de la Oficina de Asuntos del Inmigrante de la Alcaldía, Manuel Castro, un 30 % de los inmigrantes que llegan a Nueva York «necesitan posteriormente ayuda para llegar a su destino deseado, fuera del estado», así lo afirmó a Efe tras recibir este lunes a un nuevo grupo de inmigrantes.
«La reunificación familiar es importante para nosotros» por lo que les proveerán su regreso a las familias, sostuvo.
Según las cifras de la Alcaldía, los albergues de la ciudad acogen ahora a 7.300 inmigrantes, que han llegado desde abril pasado, aunque la mayoría arribaron a partir del 5 de agosto, cuando el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el envío de inmigrantes a Washington y Nueva York.
Castro dijo que uno de los inmigrantes que llegó este lunes le aseguró que había recibido amenazas de deportación si no se subía a ese autobús a Nueva York. «Hemos escuchado de otros casos de personas que no se quieren meter en problemas (que agraven) su petición de asilo» y toman el autobús aunque no quieran hacerlo, agregó.
El comisionado indicó además que al igual que la pasada semana estos inmigrantes traían brazaletes en sus muñecas pero se los quitaron antes de bajar del autobús «y al parecer los hay varios colores pero no se sabe de qué se trata», dijo Castro, quien la semana pasada acusó a Abbott de tratar a los emigrantes «como ganado».
Los inmigrantes que llegaron este lunes suman 130 personas, entre ellos 35 niños.
Castro puntualizó que estas personas «no son indocumentados» porque tienen sus documentos de inmigración para estar en Estados Unidos, incluido poder trabajar, y han procesado una petición de asilo.
Castro recibió los inmigrantes junto al presidente de la Federación Hispana, la mayor coalición de organizaciones de servicio a esta comunidad, Frankie Miranda, quien sostuvo que esta es una crisis creada por el gobernador de Texas, quien no informa ni coordina el envío de los autobuses «para dar tratamiento humano» que se merecen estas personas y lo hace con fines políticos.
Miranda indicó además que esperan que esta semana el alcalde se reúna con Castro y las ONG que están dando asistencia a inmigrantes por su cuenta para así crear una coalición para coordinar los diferentes tipos de ayuda, entre ella la de orden legal, ya que muchos tienen citas en cortes de inmigración. EFE
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