Una londinense, maestra de primaria en Turquía, lleva más de 12 semanas en una sala de cuidados intensivos de un hospital privado de Estambul, tras sufrir un paro cardíaco seguido por convulsiones prolongadas durante lo que debía ser un sencillo procedimiento de rinoplastia.
Michelle Williams, de 46 años, enseñaba inglés en un colegio de Turquía y el pasado mes de agosto decidió someterse a una cirugía estética en el Hospital Académico de Estambul. Al serle administrada la anestesia, tuvo un paro cardíaco y convulsiones que se repitieron durante tres horas. Finalmente cayó en coma.
Avisados del incidente, sus familiares llegaron al hospital, donde los médicos les informaron que la paciente había sufrido daño cerebral por falta de oxígeno. Sin embargo, no pudieron especificar hasta qué punto su cerebro estaba lesionado. Williams, además, contrajo neumonía por infección hospitalaria, y luego fue preciso colocarle un tubo de alimentación en el estómago.
Entretanto, a las 3.500 libras esterlinas (unos 4.600 dólares) de la fallida operación de rinoplastia, el centro médico sumó facturas por cuidados intensivos.
«Por el momento, la familia no ha tenido que pagar, pero el hospital aún insiste en que hay una factura pendiente», dijo el abogado Burcu Holmgren, contratado por los familiares para demandar al hospital por negligencia.
De momento, la familia de Michelle Williams está recaudando dinero para pagar el costo de su repatriación al Reino Unido, así como los honorarios legales de su caso contra el referido centro hospitalario.
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