Venezuela es un nido de corrupción. Lo estamos viendo en las decenas de miles de casos abiertos en los tribunales de España, Estados Unidos y de la Unión Europea con los llamados bolichicos, personas que se han enriquecido gracias a la corrupción de PDVSA y de otros organismos del chavismo y que, en muchos de los casos, han establecido su centro de operaciones en territorio español.
Sin embargo, el ansia de dinero de estos corruptos los ha llevado a lucrarse gracias a la situación de crisis humanitaria que vive el pueblo de Venezuela.
El dinero comenzó a llegar a México desde cuentas situadas en paraísos fiscales como Hong Kong, uno de los centros económicos más utilizados por los corruptos venezolanos que se hicieron multimillonarios alrededor del ex presidente de Pdvsa Rafael Ramírez. El dinero también llegaba desde países como Colombia, Emiratos Árabes y Turquía.