Los conservadores del Partido Popular (PP) ganaron este domingo de manera contundente, con una mayoría absoluta desahogada e histórica, las elecciones de la región sureña de Andalucía, la más poblada de España, y gobernarán en solitario durante los próximos cuatro años.
La derecha obtuvo más del 43 % de los votos y duplicó ampliamente sus diputados al pasar de los 26 conseguidos en los comicios de diciembre de 2018 a los 58 de hoy, de los 109 que forman el parlamento autonómico, según datos del 99,6 % del escrutinio.
Los conservadores desbancaron con su primera mayoría absoluta al Partido Socialista (PSOE) como principal fuerza política de Andalucía, que bajó a 30 parlamentarios.
De esta manera, el PP se libra de tener que negociar con Vox (extrema derecha), que exigía entrar en el próximo ejecutivo autonómico en caso de que el actual presidente de Andalucía, el conservador Juan Manuel Moreno Bonilla, necesitase su apoyo parlamentario para ser reelegido, como auguraban las encuestas.
Moreno Bonilla, líder regional del PP, gobernaba desde las elecciones de 2018 en coalición con los liberales de Ciudadanos, que no obtuvieron ninguna representación en esta ocasión, y con apoyo parlamentario de Vox.
Tras los resultados, Moreno Bonilla valoró que la sociedad andaluza le otorgara la mayoría «suficiente» y «contundente» para gobernar «para todos» con eficacia sin tener que depender de otros partidos, y prometió cuatro años más de «prosperidad».
Hacía 14 años que nadie gobernaba con mayoría absoluta en Andalucía, desde 2008, cuando los socialistas sacaron 56 escaños.
LA IZQUIERDA RETROCEDE
Los partidos de izquierda, encabezados por los socialistas, sufrieron hoy un retroceso de 13 diputados en comparación con 2018, cuando obtuvieron 50 diputados en conjunto.
El PSOE ganó las elecciones andaluzas aquel año, con 33 diputados, aunque no pudo gobernar, y ahora cedió tres, hasta los 30.
El líder socialista regional, Juan Espadas, que se estrenaba como candidato electoral, admitió que no había conseguido movilizar al electorado progresista, pues la participación fue «baja» (58 %), y asumió su papel de jefe de la oposición.
Los socialistas estuvieron gobernando Andalucía ininterrumpidamente durante 35 años, hasta que PP y Ciudadanos accedieron al poder en las elecciones de 2018, con el apoyo parlamentario de Vox.
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