El pasado viernes fue hallado en un bosque del estado de Odisha, en el este de la India, el cuerpo de una niña de cinco años que había desaparecido el día anterior en la aldea de Kharkhari. La familia de la víctima denuncia que la pequeña fue violada y después apedreada hasta la muerte por sus atacantes, que temían que se lo contara a la Policía.
Un oficial de la Policía local, Suprasanna Mallick, informó, citado por el diario The Daily Mail, que se abrió un caso sobre la muerte de la menor y que se está llevando a cabo una investigación.
Se trata de uno más de los muchos casos de violencia sexual perpetrados en el país asiático, donde el año pasado se registraron de media 90 violaciones por día. A principios de octubre, en el estado indio de Uttar Pradesh, los padres de una niña de seis años que murió víctima de una violación colocaron el cadáver de su hija en una calle a modo de protesta para reclamar justicia.
En septiembre se registraron varios casos de violación que conmocionaron al país. El día 29 de ese mes dos jóvenes de 22 y de 19 años murieron víctimas de violaciones grupales. Ambas pertenecían a la casta de los ‘dalit’, la más baja del sistema social de la India.
Tras el fallecimiento de la chica de 19 años se desató una ola de protestas en todo en todo el país. Solo en Nueva Delhi, centenares de personas se congregaron en la puerta del hospital donde había estado ingresada la víctima.
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