Entre cientos de noticias tristes, hay historias extraordinarias que desafían cualquier regla y ayudan a recobrar la esperanza en momentos difíciles. Es el caso de Rudolph ‘Rudi’ Heider, un tatarabuelo de 107 años que venció al COVID-19.
Hace aproximadamente un mes, las enfermeras de la residencia de ancianos en la que vive Heider, en Chesterfield, Missouri, llamaron a sus familiares para darles una mala noticia. El adulto mayor presentaba síntomas de gripe, y le habían realizado la prueba del nuevo coronavirus.
“Estaba luchando contra la fiebre. Creo que tenía casi 39 grados, y había dicho que quería morir. Yo lloré”, contó en declaraciones al diario 11 Alive Janet Heider, esposa del nieto de Rudolph, Matthew Heider.
El resultado del test dio positivo. Según la pareja, que vive en Bremerton, una ciudad del estado de Washington, durante todo el mes rezaron para que se recuperara. Ellos conocieron recientemente a su primer nieto, lo que convirtió a Ruddy Heider en tatarabuelo.
A pesar de la letalidad del COVID-19 en personas mayores, y aunque la probabilidad no jugaba a su favor, Heider superó la enfermedad aislado en su residencia de ancianos, sin asistir al hospital. Después de vivir la Gripe Española en 1918, la Gran Depresión en 1929, y la Segunda Guerra Mundial en 1939, el tatarabuelo sobrevivió a la pandemia mundial de coronavirus que dejó al mundo en shock este 2020.
El martes, después de dos semanas sin síntomas, Heider terminó su aislamiento; justo a tiempo para su cumpleaños número 107. Ese día, Janet y Matthew le llamaron para felicitarle, y él les dio las gracias por su apoyo incondicional.
“Les quiero mucho”, dijo el tatarabuelo. “Gracias a todos por toda la ayuda que me han dado”.
Cuando le preguntaron a su nieto Matthew cuál era el secreto de Rudolph, explicó que en gran parte se debía a su “actitud positiva”, y a que es una persona con una mente “muy activa”.
Contó además que decidieron compartir su historia en redes sociales para ayudar a quienes estén atravesando la misma situación. Creen que la fuerza de Rudolph es inspiradora, y esperan que anime y motive a los pacientes de COVID-19 que sienten miedo, así como a sus seres queridos, para que no pierdan la esperanza.
A sus 107 años, Ruddy Heider es uno de los sobrevivientes del virus más mayores del mundo.
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Angelina Friedman
También esta semana se dio a conocer el caso de Angelina Friedman, una mujer de 101 años de Nueva York que venció al COVID-19 tras haber superado la gripe española de 1918 y un cáncer.
Hija de inmigrantes italianos, Friedman nació en un barco que llevaba a su familia a EEUU, donde contrajo la gripe española. Su madre falleció en el parto, así que no llegó a conocerla. Vivió con su padre en Brooklyn, donde creció junto a 10 hermanos.
Después de casarse, Angelina y su esposo sufrieron un cáncer al mismo tiempo, pero sólo ella lo superó. Según contó su hija, Joanne Merola, en declaraciones a CNN, el secreto de su fortaleza es “un ADN sobrehumano”.
Ahora, la mujer de 101 años se recupera en la residencia de ancianos donde vive, en Westchester, Nueva York.
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