Antonio Díaz, karateka venezolano que participó en los Juegos Olímpicos, comentó que estos no fueron los juegos que se hubiera imaginado, ya que su familia no se encontraba en el público.
«Viví la experiencia al máximo», afirmó en una entrevista con Román Lozinski para el Circuito Éxitos.
«El día de la competencia traté de concentrarme al máximo, fue muy extraño la sensación de pararse ahí sin público. Tenía un toque místico porque sentías ese vacío que te ayudaba con la concentración«, dijo.
Resaltó que la diferencia de edad influye hasta cierto punto, porque «cuando tienes un sueño, no hay límites». «Era difícil porque tal vez esa época donde tenía un dominio seguro en la disciplina fue hace algunos años».
En este sentido, comentaba que sentía que su parte fuerte era la técnica y que tuvo que trabajar para estar a nivel de los muchachos más jóvenes.
Sobre su retiro como karateka, comentó que «más que por la edad, ha sido una carrera muy larga. Mi primer evento del ciclo olímpico fue en el 98 con apenas 18 años, ya es bastante tiempo».
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