A Jesús David Martínez Castro, colombiano de 33 años, lo consumió la tuberculosis en una celda de aislamiento del Centro de Arresto y Detenciones Preventivas de San Carlos de Zulia, en el municipio Colón, al Sur del lago de Maracaibo. Murió, el miércoles 9 de agosto, sin recibir atención médica ni sin sentencia de un tribunal.
El deceso del extranjero se produjo siete días después de que Una Ventana a la Libertad hiciese pública su condición de salud y advirtiera del trágico desenlace si no se atendía de inmediato la condición de Martínez y de los otros tres reclusos con los que compartía celda, Juan Carlos García Pineda (39), C.I. 20047271; Euclides Jesús Gotera Herrera (33), C.I. 19261794; y José Saúl Cruz Parra (49), C.I. 17415663; cuya condición de desnutrición y estragos de la tuberculosis también los pone en riesgo.
La petición de Martínez era que le permitieran fallecer con los suyos. Aspiraba una medida de casa por cárcel por su condición física de desnutrición y dificultad para respirar. No lo escucharon y no sobrevivió. Ahora se incrementó temor entre los sobrevivientes, Martínez no es el único compañero al que han visto morir devorado por la desnutrición y la tuberculosis. En los últimos cinco meses de cuarentena por pandemia de Covid-19. Han visto morir por enfermedades a dos compañeros de celda: Guillermo Paz Galván, de 25 años, pereció el 31 de mayo por tuberculosis; y otro privado de libertad, de quien las autoridades no aportaron identidad, falleció a inicios de julio por complicaciones que derivan de padecer VIH.
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