El cardenal Baltazar Porras explicó que se dejó a los familiares de José Gregorio Hernández decidir quiénes asistirían al evento religioso.
El obispo de Mérida y Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Caracas, cardenal Baltazar Porras, afirmó la mañana de este viernes 30 de abril que la figura de José Gregorio Hernández, cuya ceremonia de beatificación se celebra el mismo día, trasciende al «milagro» de unir a todos los venezolanos bajo una misma causa y dijo haber estado sorprendido por el anuncio del papa Francisco de designar al primer beato laico de nuestro como copatrono del Ciclo de Estudios en Ciencias de la Paz en la Pontificia Universidad Lateranense.
Subrayó que esa casa de estudios es conocida como la «universidad del Papa» y que su nombramiento en esa posición «es un claro indicio de la importancia y trascendencia» que tiene José Gregorio Hernández, enfatizando que fue un hombre sencillo pero con una constancia, amor al país, al prójimo y a los más necesitados que antepuso ante su propia persona.
Destacó que este es un «gran día» porque después de más de siete décadas se logró la beatificación de José Gregorio Hernández y dijo que aún quedan cosas por hacer.
«Estamos llegando a una meta, pero esto no termina aquí, hay muchas cosas que están en camino en el orden de los valores trascendentes, morales y espirituales», expresó en entrevista a Unión Radio.
Al ser preguntado sobre la denuncia hecha por la sobrina de José Gregorio Hernández de no haber sido invitada a la ceremonia, resaltó que Josefina Hernández de Bluntzer es una dama de 92 años que vive en EEUU y que, a pesar de haberla contactado meses atrás, tiene las dificultades propias de su edad.
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