De acuerdo con un Informe Especial de Disposición alimentaria 2021-2023, presentado el 28 de febrero por el Centro de Estudios Agroalimentarios, los primeros datos sobre el consumo de alimento per cápita de los venezolanos arroja que la ciudadanía se está alimentando menos que en el cierre del 2022.
El Centro de Estudios Agroalimentarios es una organización sin fines de lucro dedicada de forma específica al monitoreo de la seguridad y la soberanía alimentaria en Venezuela.
Esta caída del consumo de alimentos tendría estrecha relación con el fenómeno en auge de la inflación en Venezuela que reduce la capacidad adquisitiva del venezolano y recrudece los efectos negativos en los precios de alimentos.
Según el Centro, el año 2022 cerró con mejores prestaciones de consumo de alimentos respecto al año 2021. En este caso, se mantenía la ingesta de alimentos por debajo de la necesaria, sin embargo, había mantenido una tendencia a la mejora desde el 2021 hasta el cierre del 2022.
Caída del consumo de alimentos va acelerándose
Enison Arciniega, miembro del Centro de Estudios Agroalimentario, también explicó que la caída per cápita del consumo se viene observando desde octubre de 2022. No obstante, el descenso había sido leve, casi imperceptible hasta diciembre de 2022.
El aumento de precios como consecuencia de la inflación también trae consigo una disminución del consumo proteico, muy importante en la configuración nutricional necesaria de un ser humano.
Durante la presentación del Informe Especial de Disposición alimentaria 2021-2023, Edison Arciniega informó que en el año 2021 se registró un consumo de alimentos de 301,89 kilos por persona, mientras que en 2022 se elevó hasta llegar a 361,94 kilos per cápita.
Explicó que en Venezuela el consumo anual debe ser de 440 kilos por persona. Para el experto en materia agroalimentaria, el país está mejor que en 2017, cuando el consumo per cápita rondó los 200 kilos, pero sigue muy mal en comparación a 2012, cuando se mantenía en el estándar.
Arciniega alertó que pese al crecimiento del consumo registrado en 2022, a partir de octubre se reportó una caída de 1,8 kilos de consumo por mes en la dieta de un ciudadano.
El experto aseguró que la caída del consumo de alimentos se debe a la “reactivación de las tendencias inflacionarias”. Dijo que las perspectivas de 2023 dependerán de las políticas estatales en cuánto al reimpulso del motor productivo y económico.
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