Con el aumento de contagios por COVID-19 en Venezuela, país que ya acumula más de 170.000 casos y 1.700 fallecidos, también crece la demanda de oxígeno medicinal para uso particular en pacientes que presentan dificultad respiratoria y que, ante el colapso del sistema de salud, deben lidiar con la enfermedad desde sus casas, con o sin vigilancia médica.
Por Orianna García – Banca y Negocios
Este incremento se evidencia sobre todo a través de las redes sociales, donde a diario se observan cientos de publicaciones de personas que solicitan apoyo económico para adquirir bombonas o concentradores de oxígeno, para recargar los equipos que tienen, o simplemente para saber dónde adquirir este tipo de insumos. De esta forma, ha surgido una oportunidad para vendedores informales que comercializan este insumo a través de dichas plataformas.
Pero también se encendieron las alarmas. La Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, Odontológicos, de Laboratorios y Afines (Avedem), emitió recientemente un comunicado en el que alertó sobre la proliferación de vendedores ambulantes y mal llamadas “empresas” no registradas ante el Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (SACS) que no cuentan con registro de los equipos y productos comercializados, autorización del fabricante ni garantía de uso y servicio técnico.
En la plataforma de comercio electrónico MercadoLibre, abundan las publicaciones en las que se ofrecen bombonas o cilindros de oxígeno desde cualquier región del país. Cada publicación recibe cientos de comentarios al día, de usuarios interesados en adquirir dichos equipos médicos, cuyo costo puede alcanzar los miles de dólares, dependiendo de la capacidad y los accesorios que incluyan.
– ¿Es un problema de oferta? –
En el país hay cuatro grandes empresas productoras de oxígeno medicinal a escala industrial, de las cuales tres están operando a plena capacidad y una está en mantenimiento programado.
Así lo explicó el presidente de la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica (Asoquim), Álvaro Silva, quien aseguró que las plantas activas tienen capacidad para suministrar el oxígeno que se requiere en el país, aun en el momento actual en el que se registra un importante incremento de casos de COVID-19.
En entrevista exclusiva para Banca y Negocios, el presidente de Asoquim detalló que una vez que el oxígeno se produce, este va a la cadena de distribución que consta de dos etapas: una dirigida hacia los hospitales y clínicas, que cuentan con tanques de recepción, desde los cuales suministran el gas hacia todo el centro de salud y otra etapa que va hacia los centros de llenado de bombonas más pequeñas, que son las solicitadas para el uso particular.
«La capacidad excedentaria que había en la producción de oxígeno en el país ha podido atender la alta demanda, el problema está en el tema de equipos médicos para aplicar el oxígeno», estimó.
A juicio de Silva, este incremento en la demanda presiona más al rubro de equipamiento médico requerido para su suministro como las bombonas, reguladores, concentradores o mascarillas, que a la producción del gas medicinal.
«No tenemos noticias de que haya problemas de recepción de oxígeno en los centros de salud. No obstante, lo que alimenta el transporte de oxígeno es el diésel y ha habido una crisis de combustible, lo que ha podido retrasar las entregas«, indicó.
Sobre este tema, el presidente de Avedem, Mario Labella, señaló que las empresas afiliadas a la asociación «están haciendo un esfuerzo titánico por atender la demanda».
«Estamos tratando de hacer todo lo posible para traer la mayor cantidad de productos para responder al aumento de demanda y garantizar el servicio técnico que luego van a requerir los equipos como concentradores de oxígeno, ventiladores mecánicos, etc.», expresó durante una entrevista radial.
Agregó que además hay una alta cantidad de pedidos a los fabricantes a nivel mundial, por lo cual las entregas son tardías y esto afecta la cadena de distribución.
– Precios inalcanzables: ¿especulación? –
Entre las publicaciones en MercadoLibre y redes sociales en las que ofrecen insumos para el suministro de oxígeno, se pudo constatar que el alquiler de una bombona puede costar entre 150 y 200 dólares, mientras que el servicio de llenado/recarga puede variar entre 20 y 30 dólares.
Asimismo, comprar la bombona puede requerir un desembolso de entre 280 y 800 dólares, mientras que adquirir el concentrador de oxígeno puede costar desde 1.500 hasta 4.000 dólares, en un país en el que el salario mínimo no llega a 2 dólares al mes.
El presidente de Asoquim precisó que el precio del oxígeno líquido en dólares se ha mantenido estable durante el último año. Sin embargo, señaló que el precio del transporte ha ido aumentando como consecuencia de la escasez de diésel que ha provocado incrementos en su costo, al igual que por el aumento de precios de cauchos y repuestos. Afirmó que el precio del transporte puede llegar a ser incluso igual al del producto.
Por su parte, el presidente de Avedem indicó que para el equipamiento médico necesario para el suministro de oxígeno «no hay ningún tipo de exoneración de impuestos, solo entes del Estado están autorizados para importar con exoneración».
«Estamos haciendo gestiones con el Ejecutivo para poder obtener exoneración y reducir precios. Nuestras compañías tienen que mantenerse, tenemos que ofrecer servicios, tenemos que contratar personal calificado y, de tener exoneraciones, podríamos ofrecer un costo mucho menor a los venezolanos», afirmó Labella.
Aunque las estadísticas gubernamentales afirman que no hay personas en aislamiento domiciliario por COVID-19, especialistas del sector salud aseguran que es cada vez mayor el número de personas que permanece en casa al presentar algún síntoma de la infección, ya sea por temor o por no poder cubrir el costo de una hospitalización en un centro de salud privado.
Esto termina por generar una alta presión en las solicitudes de equipamientos médicos para atenderse en casa e inevitablemente, tal incremento conlleva a una especulación en el mercado.
– Recomendaciones –
Ante el alto número de denuncias por irregularidades y estafas al adquirir insumos médicos de forma particular y a través de canales electrónicos, los especialistas recomiendan realizar las adquisiciones de equipos, materiales, insumos y repuestos a las empresas legalmente establecidas y registradas en el país. pues estas compañías están debidamente autorizadas por los fabricantes internacionales, con garantía de calidad y servicio técnico.
En ese orden, sugieren estar atentos y verificar que la empresa y sus productos estén registrados ante el SACS (MPPS), que disponga de un departamento de servicio técnico debidamente adecuado y certificado según normativas de buenas prácticas.
Avedem advierte que es clave mantenerse alerta respecto al canal de compra al adquirir equipos e insumos médicos que puedan poner en riesgo la salud del personal hospitalario y de los pacientes.
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