El colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se está empezando a notar con los cortes eléctricos que están ocurriendo cada vez más en el país por horas prolongadas.
En esta oportunidad en el programa De Primera Mano, de Radio Fe y Alegría Noticias, los periodistas Wiston León (Trujillo) y Rómulo Zapata (Apure) compartieron las denuncias que reciben a diario y manifestaron cómo viven esta retorno a los racionamientos. A su vez, se invitó para conversar al profesor y articulista Carlos Casanova, quien habló sobre el caso de Táchira.
En las tres regiones se coincidió en que no hay un pronunciamiento oficial respecto a los cortes eléctricos, ni de parte de Corpoelec ni de las autoridades municipales, regionales o nacional.
Aunque es competencia del Ejecutivo nacional y del ministro para la Energía Eléctrica dar explicaciones, los ciudadanos esperan una comunicación de parte de sus entes gubernamentales más cercanos.
Táchira
Desde San Cristóbal, Táchira, el profesor Casanova explicó que en su estado los apagones están siendo amplios en tiempos y no se cumple el cronograma del Plan de Administración de Carga (PAC).
«En el día puedes tener entre 3 y 5 interrupciones eléctricas. Ni siquiera Corpoelec tiene control en la distribución de carga en un momento determinado», señaló.
La situación descrita representa una angustia para la población, incluso para los más jóvenes les genera una afección emocional porque los cortes no les permiten cumplir con las actividades escolares y ver las clases correspondientes.
Trujillo
«Pasamos de tener 5 bajones diarios a cortes eléctricos de una hora», informó León desde la ciudad de Trujillo.
De acuerdo a lo señalado por el periodista, el servicio se va al menos dos veces al día en bloques de 4 horas. Lo que da un total de 8 horas en las que están los trujillanos sin electricidad, así como también sin señal de telecomunicaciones. Contó que anteriormente la señal de Digitel era buena, pero ahora con los cortes se pierde la cobertura de internet y mensajería.
«En algunas zonas hasta son 10 bajones diarios como en Boconó, municipio de los más afectados», indicó.
También mencionó que en el municipio Valera el comercio se ha visto severamente perjudicado. Cuando se corta la energía, se pierde la señal, dejan de funcionar los puntos de venta y se generan largas colas; además, cierran los bancos.
A su vez, afecta en la distribución de agua potable. «Sin luz, las plantas no funcionan y no llega el agua. Puede haber agua en las tuberías, pero no se puede llenar el tanque», acotó.
Apure
«Es complejo», calificó Zapata a esta conyuntura que enfrentan los venezolanos. En la frontera de Apure pasan más horas sin energía eléctrica que cuando sí.
La grave situación de los apagones y contantes fluctuaciones en el Alto Apure ya ha pasado a dañar los electrodomésticos y muchos de los afectados afirman que no tienen un ingreso monetario que les permita reponer los equipos echados a perder.
Una de las afectadas, María Bracho, contó a Radio Fe y Alegría Noticias en Guasdualito que la reparación de su nevera le costo 160 mil pesos colombianos, lo que equivale a 180 bolívares, aproximadamente.
Asimismo, algunas personas denunciaron que es insostenible los apagones, pues afecta el sueño de los niños, personas de la tercera edad y mujeres embarazadas.
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