Los al menos 300 yukpas que viajaron a Caracas para reunirse en Miraflores con las autoridades del régimen de Nicolás Maduro llegaron a Machiques a las 4:45 am de este 20 de noviembre. En la plaza Bolívar los estaban esperando funcionarios de la Guardia Nacional, del Ejército, del Sebin y del Dgcim.
Cuando los yukpas se bajaron de los siete autobuses en los que viajaron con sus maletas y las cosechas que habían llevado, funcionarios de Inteligencia amenazaron con detener a los choferes. Según explica el cacique Dionisio Manzano les dijeron: “Es una orden que tienen de arriba para llevarlos detenidos al Batallón”.
Los yukpas no permitieron que se llevaran a los choferes y por el contrario decidieron subirse nuevamente a los autobuses. Manzano recalcó: “Se quieren llevar a los conductores detenidos, presos, porque nos llevaron a Caracas. Nosotros no tenemos que pedir permiso a nadie porque estamos en la semana de flexibilización”.
Los yukpas reclamaron la acción de los funcionarios y dijeron: “Los choferes que nos llevaron no están solos, están con nosotros, con los caciques mayores y líderes y no vamos a dejar solos a los conductores. Gracias a ellos pudimos hablar con nuestro presidente y tener una buena respuesta”.
Desde las 8:00 am, los indígenas están en la sede de los Bomberos de Machiques donde les prometieron tener una reunión con la ministra para Pueblos Indígenas, Yamilet Mirabal.
Confirmaron que se reunieron con el ministro del despacho de la presidencia del régimen de Nicolás Maduro, Jorge Elieser Márquez y el cacique mayor de Toromo, José Peñaranda comentó: “Maduro llamó vía telefónica e instruyó que los planteamientos fueran valorados y se diera respuesta en lo inmediato que se atendieran en dos días o tres días al llegar nosotros a Machiques”.
Las peticiones fueron: Atención médica, medicinas, vialidad y respuesta a las familias afectadas en 2019 por las inundaciones en donde hubo indígenas desaparecidos.
Sobre el incidente en el que hubo un indígena y funcionario militar herido, el cacique Peñaranda contó: “Queríamos estrechar la mano al presidente Maduro y decirle que nuestra convicción sigue estando intacta, no hemos claudicado. Como no nos atendían quisimos gritar en Miraflores y atravesamos seis de los nueve anillos de seguridad y eso fue lo que ocasionó la situación con el equipo del presidente”.
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