Apenas se conoció la noticia de que Nicolás Maduro había otorgado un “indulto presidencial” a 110 personas, el diputado de la Asamblea Nacional, Américo De Grazia, no quiso dar largas a su respuesta desde el exilio.
Por Vanessa García– LA GRAN ALDEA
Después de que el 7 de mayo de 2019 le allanaran ilegal e inconstitucionalmente su inmunidad parlamentaria por los hechos del 30 de abril, luego de tener que refugiarse en la Embajada de Italia en Venezuela por casi siete meses para, posteriormente, terminar desterrado en ese país europeo, quería dejar claro que su nombre podía estar en una lista de indultos, pero él no se prestaba para negociaciones, seguía desconociendo a Nicolás Maduro como presidente y, por ende, todas sus decisiones.
-Fue de los primeros en reaccionar apenas se conoció el decreto con el indulto a 110 opositores, entre los que está incluido. ¿Cómo recibe y ve una medida como ésta desde el exilio?
-Maduro no es presidente ni yo soy delincuente. Así lo digo. De manera que Maduro no tiene autoridad para indultarme ni yo tengo motivos para recibir ese indulto y si alguien pudiera ser indultado debería ser justamente el país; indultado de la tragedia a la que Maduro la ha sometido a lo largo de los últimos 22 años, porque él formó parte también de la tragedia de Chávez. La mejor manera de indultar a los venezolanos es que renuncie a la presidencia que usurpa y al cargo que ocupa de manera fáctica y por la fuerza. Esa fue la primera cosa que se me vino a la mente y especialmente cuando hablo de que si es un indulto o es un insulto, me apuré a dar una respuesta y algunos me dicen “ni siquiera la razonaste, ni siquiera pensaste”. No porque no podemos dar espacios para la duda, no podemos dar espacio para la insinuación de que yo pudiera estar tras una negociación de este género con el régimen de Nicolás Maduro o que alguien autorizado previamente por mí haya puesto mi nombre en la lista. En consecuencia, a eso se debió el apuro, la prisa en la respuesta. Pero también debo decir que no así pueden pensar o actuar los rehenes y yo no los culpo. A todos los compañeros, colegas que han recibido prisión, tortura, no solamente ellos, sino sus familiares, yo no les puedo exigir que se comporten con la libertad con la que yo me comporto, y en consecuencia también hablo en nombre de quienes no pueden hablar porque tienen la pistola aún en la cabeza.
“Nosotros no podemos aplicar la medicina que aplicamos cuando Pérez Jiménez, ni comportarnos como cuando nos comportábamos en contra de Juan Vicente Gómez. Esta es una situación extremadamente novedosa que va a requerir respuestas inéditas”
-¿Cambia en algo el panorama para usted?, ¿estaría dispuesto a regresar?
-La respuesta no la di yo, la respuesta la dieron Diosdado Cabello (primer vicepresidente del PSUV y presidente de la Asamblea Nacional Constituyente) y la “Fosforito” (Iris Varela, ex ministra de Servicio Penitenciario) cuando ambos anunciaron posterior al listado que eso no era una carta blanca, sino que tuviéramos cuidado con lo que decimos o lo que hacemos porque pudiéramos regresar al estatus que teníamos antes. Esa es la pistola de la que yo hablo que son prisioneros los rehenes y por eso no pueden decir lo que yo digo. No está planteado ni previsto mi retorno, y es un problema de utilidad. Creo que en estos momentos le soy más útil a la liberación de Venezuela ejerciendo desde afuera, tal como lo he intentado hacer en los últimos meses.
-¿De qué manera puede ser más útil a esa liberación que dice buscar desde afuera?
-En estos momentos se acusa de que no se ha hecho nada y no es verdad. La primera cosa, si me preguntas qué hemos hecho, qué estamos haciendo y qué vamos a seguir haciendo, y hablo en plural y no en singular; no me refiero solamente a los diputados, a los miembros de los partidos, a los exiliados políticos, me refiero también a la diáspora. El logro más gigantesco es haber deslegitimado al régimen de Nicolás Maduro. Eso no es una obra de magia. Eso es un trabajo que se concreta con sangre, sudor y lágrimas, con muertos, con presos, con torturados, con diáspora, con exilio, con hambre, con falta de medicinas. Haber logrado eso es el mayor capital que hoy tenemos los venezolanos en contra del régimen y no lo podemos tirar al cesto de la basura. Cuando Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sanciona, condena en dos o tres informes que ya ha dado a conocer al mundo sobre Venezuela sobre los crímenes de lesa humanidad; violaciones de los Derechos Humanos; crímenes ecológicos cometidos en el Arco Minero del Orinoco; acciones de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES); de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM); de las torturas a las que son sometidos los detenidos; de la diáspora, eso no es tampoco magia. Cuando el Parlamento Europeo condena al régimen de Nicolás Maduro e incluso cita lo referente al crimen ecológico, al oro de sangre y los minerales en conflicto, eso no es una obra de magia. Cuando la Organización de los Estados Americanos (OEA) hace lo propio; cuando gobiernos como los Estados Unidos aliado al Grupo de Lima, Canadá, Suiza hacen sanciones contra los corruptos, contra el capital, el lavado de dinero. Las sanciones a Nicolás Maduro, el ponerle precio a su cabeza de 15 millones de dólares, eso no lo tenía Chávez. Todo el Alto Mando Militar y todo el tren ejecutivo de Maduro está sancionado, buscado; las sanciones a Alex Saab por lavado de dinero, por la estafa de las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), eso no es obra de magia. ¿Qué vamos a hacer? A continuar esa labor.
“La verdadera tragedia no está en la Asamblea Nacional, ni en los diputados. La verdadera tragedia no está en las gobernaciones, ni en los concejales, ni en las alcaldías. La verdadera tragedia está en la usurpación del poder en Miraflores”
-Pero ahora se abre un nuevo escenario con la decisión del ex gobernador de Miranda, Henrique Capriles, de participar en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre…
-Yo lamento mucho, lamento profundamente este rol que está jugando hoy Henrique Capriles por todo lo que significó para el pueblo venezolano, ese suicidio en primavera y que junto a su suicidio pretende que nosotros arriemos las conquistas de las que hablé antes. Que nosotros comencemos a partir del 6 de diciembre nuevamente de cero es echar en saco roto lo avanzado, legitimar a Maduro luego de nosotros haberlo deslegitimado ante propios y extraños, que el mundo entero lo considera un narcotraficante y que le hayan puesto precio a la cabeza y que seamos nosotros quienes le lavemos la cara. Eso para mí es un tristísimo papel el que está haciendo lamentablemente el señor Capriles.
-Si se presentara la posibilidad de unas elecciones con las condiciones y garantías solicitadas por la oposición, y se les devuelven las tarjetas a los partidos, ¿usted sería nuevamente candidato a diputado?
-El dilema no es la Asamblea Nacional, el dilema es la presidencia. La pregunta, por ejemplo, es para Capriles: ¿Por qué no pide presidenciales? ¡Vamos a hacerlas! Este 6 de diciembre que viene hacemos las presidenciales con las parlamentarias, con todas las garantías ¿Maduro se atreve? Que le eche pichón. Yo reto a Maduro y reto a Capriles también, reto a que plantee la situación porque el problema no está en los diputados, no está en la Asamblea Nacional porque ya hubiéramos podido resolver los problemas del país. No. Se está planteando elecciones de concejales, alcaldes, gobernadores, consejos legislativos y parlamentarios ¿y la presidencia que es el cáncer?, ¿vamos a atender el uñero y no el tumor cerebral? El problema es atender el tumor cerebral. El uñero incluso si está demasiado infectado basta con que le amputes el dedo y ya. ¿Le puedes amputar el cerebro y quedar vivo? Ese es el punto. Es un falso dilema al que nos quieren conducir y por eso hay que hablarle de la manera tan dura como se habla, a ver si estos farsantes, cínicos, traidores a la patria, pueden entender cuál es la verdadera tragedia que vive Venezuela. La verdadera tragedia no está en la Asamblea Nacional, ni en los diputados. La verdadera tragedia no está en las gobernaciones, ni en los concejales, ni en las alcaldías. La verdadera tragedia está en la usurpación del poder en Miraflores. En consecuencia, reto una vez más a Maduro y a Capriles a que acordemos las elecciones presidenciales y si Capriles quiere ser candidato presidencial, ahí va a tener la oportunidad de hacerlo y el país sabrá si le agradece o no. Esa es una bonita oportunidad para que se reivindique de toda la tragedia que está causando, no eligiendo una Asamblea Nacional, porque ese no es el punto. El punto es la presidencial y ese es un punto de inflexibilidad.
-Pero el período de la Asamblea Nacional se vence y el 5 de enero de 2021 cuando deben asumir los nuevos diputados, ¿van a enfrentar todas las ilegalidades y violaciones a la Constitución que ha cometido el régimen de Nicolás Maduro con una decisión contraria a la Carta Magna?
-¿Es constitucional la elección de Maduro?, ¿se ha roto o no se ha roto el hilo constitucional? Esa es la respuesta a tu pregunta. Roto el hilo constitucional, todo venezolano, investido o no de autoridad está en la obligación de reponerlo, teniendo autoridad o no ¿Tenemos nosotros autoridad y legitimidad o no? Quien rompió el hilo constitucional no fue la Asamblea Nacional, no fue la cámara de diputados, ni Juan Guaidó como Presidente interino. Quien rompió el hilo constitucional fue justamente el señor Maduro. En consecuencia, está más que justificada, conforme al Artículo 333 de nuestra Constitución, la continuidad constitucional.
“Mi regreso a Venezuela me lo he imaginado en un país en libertad, donde uno pueda hablar y abrazarse con los hermanos, los amigos, la familia, y sin ningún temor ni resentimiento”
-¿Qué tan sostenible en el tiempo puede ser el Gobierno interino? Juan Guaidó es Presidente encargado en tanto es Presidente del Parlamento.
-No solamente el Gobierno interino, la Constitución también dice “hasta que se reponga” (el hilo constitucional) ¿Cuándo se repone?, ¿mañana?, ¿el 6 de diciembre?, ¿el 5 de enero?, ¿o dentro de diez años? Esa respuesta no la tengo, ni la tienes tú, ni la tiene la Constitución. En consecuencia, nosotros tenemos que estar obligados a actuar para que eso fluya de esa manera. Hay experiencias a nivel histórico, mundiales, no exactamente iguales porque este es un hecho absolutamente inédito, pero justamente reponer el hilo constitucional seguramente nos va a llevar tiempo y múltiples acciones colaterales tanto de propios como de ajenos, de aliados o no y eso forma parte de la historia que nosotros estamos por escribir de manera inédita. Por otro lado, es pertinente recordar ¿qué era el Estado de Israel antes de 1948? Era la Agencia Nacional Judía. ¿Quién la nombraba? Los conjurados judíos. ¿Dónde funcionaba? En cualquier rincón del mundo. De manera que para crear el Estado de Israel que hoy existe, tuvieron que crear antes un instrumento que les permitiera desembocar en el Estado. Por eso se justifica cuando nosotros llamamos al Gobierno de Emergencia Nacional ¿Qué nadie sabe cómo se come eso? Por eso hablo de acciones inéditas porque no hay nada de lo que podamos copiarnos ni esta es una circunstancia similar. Es una situación compleja, pero no menos interesante, que requiere de mucha disciplina, de un plan estratégico y de una unidad superior.
-¿Cómo se fortalece esa unidad?
-Me refiero a una unidad que trascienda a la barajita de los partidos que, por cierto, están todos incautados. No es una tarea solo de partidos, es una tarea de religiosos, de académicos, de universitarios, de colegios de profesionales, de productores, industriales. Es una tarea gigantesca de los venezolanos que están dentro, de los venezolanos que están fuera (…) No estamos hablando de un gobierno, ni siquiera una dictadura tipo (Alfredo) Stroessner, ni tipo (Augusto) Pinochet, ni Juan Vicente Gómez, ni estamos hablando de la penúltima dictadura que fue la de Marcos Pérez Jiménez. Estamos hablando de una organización criminal que es una suerte de híbrido entre Pablo Escobar, que era un narcotraficante; un Bin Laden, que era un terrorista; un Fidel Castro que era un tirano comunista. Mezcla todo eso y te va a salir un Frankenstein llamado Maduro o llamado Chávez en su oportunidad y que ahora parió y tuvo este aborto. En consecuencia, nosotros no podemos aplicar la medicina que aplicamos cuando Pérez Jiménez, ni comportarnos como cuando nos comportábamos en contra de Juan Vicente Gómez. Esta es una situación extremadamente novedosa que va a requerir respuestas inéditas.
-¿Qué ha sido lo más duro del exilio?, ¿se ha imaginado su regreso a Venezuela?
-Mi regreso a Venezuela me lo he imaginado en un país en libertad, donde uno pueda hablar y abrazarse con los hermanos, los amigos, la familia, y sin ningún temor ni resentimiento. Lo que más pega es que mi familia es sumamente numerosa, yo tengo siete hijos y prácticamente estoy solo. Es una situación de quiebre familiar que, por supuesto, a uno le tiene que afectar, especialmente en mi caso que soy muy apegado a los míos y uno tiene que tener la templanza necesaria para poder soportar toda esta situación que uno vive.
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