A ocho meses de que el gobierno estadounidense de Joseph Biden Jr. concediera el Estatus de Protección Temporal (TPS) a los venezolanos, más de 220 mil connacionales se han registrado para aplicar a la medida. Esto representa el 40 % de los migrantes venezolanos que hacen vida en Estados Unidos, (549.256, de acuerdo con datos del Censo de 2020).
Por Verónica Egui Brito – EL DIARIO
Sin embargo, a pesar del alto porcentaje de solicitudes, pocos avances migratorios se han logrado en la comunidad.
La pandemia por covid-19 y la sobrecarga en la que están expuestos los funcionarios del Departamento de Ciudadanía y Migración (USCIS, por sus siglas en inglés) ha retrasado las solicitudes de permiso de trabajo, limitando a los migrantes la posibilidad de conseguir un empleo con mejores remuneraciones laborales.
Victoria Andrade tiene dos años y tres meses viviendo en Miami, Florida. Se refugió en Estados Unidos luego de que los apagones en 2019 le mostraran la vulnerabilidad a la que estaba expuesta viviendo sola con su abuela de 79 años de edad, para ese entonces.
Desde que llegó al país, en julio de 2019, introdujo un caso de asilo político por su labor como activista de derechos humanos en organizaciones que defienden el derecho a la vida. En ese momento, los más recientes casos de asilo eran los primeros en ser atendidos (USCIS tiene un retraso procesal de más de siete años de espera por una respuesta sobre las solicitudes de asilo). Sin embargo, ella no contó con la fortuna de estar entre esos aplicantes que recibían una pronta respuesta.
Hace más de un año y tres meses introdujo su tramite para solicitar el permiso de trabajo pero hasta el momento solo ha visto la cara más ingrata del sistema migratorio de Estados Unidos: negaciones burocráticas y retrasos procesales.
Aún no tiene permiso de trabajo ni identificación (Social Secutiry Number). Esto le impide cambiar de vivienda, conseguir un trabajo que pague más de 10 dólares la hora y obtener la calidad de vida que buscaba cuando salió de Maiquetía.
Cuando Biden el 8 de marzo del presente año anunció que le concedería el TPS a los venezolanos, Andrade pensó que su situación migratoria iba a mejorar, pero aún no se ha materializado. “Estaba confiada que USCIS tendría una oficina exclusivamente para atender nuestras solicitudes y pensé que el trámite sería expedito, pero siento que nos han prometido algo que el propio sistema migratorio tiene dificultades para cumplir“, contó para El Diario.
En junio introdujo su inscripción en el TPS al cumplir con los requisitos para obtenerlo, además de solicitar el permiso de trabajo por esta vía (lleva dos tramites diferentes en que lo ha solicitado). Cuatro meses después no ha recibido respuesta aprobatoria de este trámite.
El caso de Andrade no es aislado. Forma parte de la lenta espera que vive un migrante en Estados Unidos.
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