La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) confía todavía en un puñado de socios legítimos para mantener su escasa producción. Pero para la dictadura chavista esa cooperación no es suficiente. Ahora recurre a amenazas para obligar a esas empresas a extraer más crudo venezolano.
Con el cambio de administración en EEUU, el régimen de Nicolás Maduro apuesta todo a que se levanten las sanciones. De esa manera, creen que podrán atraer más inversiones para el sector petrolero.
Revertir la destrucción que años de corrupción y mala gerencia hicieron sobre la empresa, son la razón que obliga el ultimátum de PDVSA a sus socios.
La petrolera apenas puede bombear poco más de 400 mil barriles de petróleo diario. En su mejor momento, hace más de 20 años, PDVSA producía casi 3 millones de barriles de crudo por día.
Pensando en reactivarse envió el mes pasado cartas a sus socios de las empresas mixtas, que son asociaciones entre PDVSA y empresas privadas internacionales. A cada una le consultó si planean mantener participaciones en los proyectos una vez que expiren.
Los contratos para muchas de las empresas vencen en 2026. Sin embargo, pueden renovarse por 15 años más.
El periodo de negociación para la potencial renovación comienza cinco años antes de la fecha de caducidad, dijeron fuentes cercanas las negociaciones a Reuters.
Entre esas empresas están Chevron Corp, la española Repsol, China National Petroleum Corp, la italiana Eni y la francesa Total. PDVSA tiene participaciones mayoritarias en todas esas sociedades.
Presión y ultimátum
También trascendió que el régimen chavista extendió una sutil amenaza sobre algunos de sus socios. El ultimátum de PDVSA se dirigió a varios de sus socios internacionales.
Les advirtió que a menos que ayuden a aumentar la producción petrolera del país, sus contratos para trabajar en Venezuela se cancelarán.
La comunicación habría sido redactada por el propio Tareck El Aissami, ministro de Petróleo de Maduro y capo narcotraficante solicitado por la Justicia de EEUU.
El régimen de Caracas amenazó también con que buscará nuevos socios si los actuales no asumen la tarea de reactivar la industria petrolera venezolana.
Chevron, que ha recibido constantes licencias dentro de las sanciones contra PDVSA, mantiene ciertas operaciones en Venezuela no involucradas con la extracción de crudo.
Chevron argumenta que EEUU se beneficia al tener un productor en una nación que posee las mayores reservas crudo del mundo.
Todavía se espera cual será la decisión del nuevo presidente, Joe Biden. La nueva administración no ha establecido un criterio claro sobre el tema.
Con información de Bloomberg y Reuters.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.