Unos 250 pacientes renales del estado Barinas, tienen en riesgo su salud porque las autoridades regionales de ese sector, les niegan la posibilidad de surtir gasolina tanto a los enfermos como al personal calificado que los atiende.
La alerta la hizo la noche del domingo 2 de agosto, Carlos Montilla, administrador del Centro de Diálisis Nefron y miembro de la Fundación para Pacientes Renales de Barinas (Fundapreb), a través de varios mensajes en un grupo de WhatsApp.
Montilla calificó de «un nuevo ataque del régimen» la negativa del suministro de gasolina tanto para los pacientes como para el personal que los atiende en la realización de sus diálisis.
Agregó que el problema de la movilización también afecta a los pacientes de los municipios foráneos, porque si bien es cierto que el gobierno asignó autobuses para sus traslados, no es menos cierto que la espera puede prolongarse hasta por tres horas, lo que les impide hacerse las diálisis en el tiempo requerido.
Montilla, como vocero de los pacientes renales, responsabilizó al nuevo jefe de salud de la gobernación, de apellido Garrido, por la vida de los pacientes renales del estado Barinas, porque es él quien alega problemas de logística para resolver la situación crítica que padecen esos 250 pacientes, que ven como se deteriora su calidad de vida por la indolencia de algunos funcionarios públicos.
Insistió en la necesidad urgente de crear algún mecanismo que permita, tanto a los pacientes como al personal calificado, el suministro de combustible, porque ahora deben movilizarse a pie, ya que tampoco hay transporte público.
«Urge que se tome en cuenta la condición especial de estos venezolanos quienes cada día están más débiles y fatigados», precisó.
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