Un agente de la CIA llamado Juan Cruz fue enviado a Uruguay en abril de 2016 para transmitir un mensaje de alarma y advertencia sobre Venezuela, sosteniendo una reunión con el presidente Tabaré Vázquez, mientras se desempeñaba como intermediador con el Departamento de Estado para América Latina.
El libro “Luis Almagro no pide perdón” escrito por los periodistas Gónzalo Ferreira y Martín Natalevich ofrece detalles con respecto a Cruz, quien llevaba una visión en función de determinados análisis a los que había accedido y advertían sobre la posibilidad de un deterioro de la situación humanitaria en Venezuela.
El exagente de la CIA dijo que debían actuar inmediatamente en aquel momento, de lo contrario tendrían que enviar vehículos llenos de insumos médicos, agua y comida debido a la crisis que sería inabordable.
Vázquez aceptó sus palabras y las tomó con seriedad, aunque el estadounidense aclara que no hizo mucho caso de acuerdo a los sucesos posteriores.
Inicialmente, tras cumplirse el diagnóstico en 2017, se brindaría el primer apoyo de Uruguay a una iniciativa votada por el Consejo Permanente de la OEA contra el régimen de Maduro. Sin embargo, esa ayuda cambió durante el segundo mandato de Vázquez cuando estuvo del lado del líder chavista.
En el libro al que hace alusión El Observador, el secretario general de la Organización Estados Americanos, Luis Almagro asegura que Tabaré Vázquez “soñó siempre con una dimensión internacional que no tuvo. Y que tuvo Mujica, en alguna medida, pequeña o regular, en connivencia o complicidad conmigo”.
Almagró acusó a Vázquez de jugar en su contra aliado con el régimen venezolano. “Es muy obvio. Estaban apuntando a la candidatura para desestabilizarla hasta lo último. Después nunca más ocurrió. Me di cuenta que era el objetivo, después, porque pasó todo lo contrario”, pués se puso de lado del chavismo.
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