La era digital trajo consigo nuevas formas de comunicarse y relacionarse. Nuevos fenómenos sociales han surgido progresivamente con la masificación de Internet y las redes sociales. Ahora buscar amistades y parejas sentimentales o sexuales pasa por el filtro de la web.
Redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter; y concretamente aplicaciones de citas como Tinder, Bumble o Grindr, han ganado popularidad como herramientas para interactuar con otras personas y facilitar el proceso de conocer a alguien.
No obstante, la dinámica de las comunicaciones digitales puede esconder peligros para quienes deciden conocer personas a través de Internet. El anonimato, la falsificación de la identidad e incluso la imposibilidad de conocer los rasgos de la personalidad que pueden llegar a florecer mediante la comunicación presencial potencian los riesgos al usar redes sociales y aplicaciones de citas.
Aunque en Venezuela no parece haber un registro de crímenes específicamente cometidos a través de redes sociales y aplicaciones de citas, delitos como robos, agresiones sexuales, estafas y asesinatos han sido reseñados por medios informativos a lo largo de los años.
Hace unos días, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) detuvo en Zulia a un criminal, identificado como Jairo Madriz, que utilizaba redes sociales como Instagram y Facebook para establecer relaciones de amistad con sus víctimas, pactar encuentros tras días de conversaciones y robarlas con un arma de fuego.
A mediados de abril de 2022 fue detenido en Carabobo Ringer Urquia Torres, quien utilizaba Tinder para concretar citas con mujeres, las llevaba a un lugar solitario y abusaba sexualmente de ellas.
En el caso de Grindr, los potenciales riesgos son mayores. Esta aplicación para teléfonos celulares es utilizada por hombres homosexuales para fines principalmente sexuales. En esta plataforma, son comunes los encuentros presenciales en lugares privados tras intercambiar pocos mensajes. Esto ofrece a los delincuentes un contexto idóneo para robar apartamentos enteros.
Este fue el caso de Mario Antonio Modesti, un usuario recurrente de Grindr que llegó a acumular más de 40 denuncias ante el Cicpc para 2017. En 2015 fue detenido por funcionarios del Cicpc y recluido en el centro penitenciario Rodeo III, pero se escapó a los pocos meses. De acuerdo con el periodista especializado en sucesos, Román Camacho, en Maracay era solicitado incluso por homicidio.
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