El abogado Gonzalo Himiob lleva años haciendo frente a las reiteradas violaciones de los derechos de los ciudadanos en Venezuela. Desde la organización Foro Penal, de la que es vicepresidente, apoya con asesoría jurídica a las víctimas de detenciones arbitrarias, una labor que ha intensificado en los últimos años con las crecientes prácticas represivas del régimen de Nicolás Maduro.
Por Alejandro Hernández | La Gran Aldea
En efecto, según afirma, Maduro supera con creces los encarcelamientos, las torturas, las desapariciones forzadas y los asesinatos por razones políticas de la era de Hugo Chávez. Es un período oscuro en el cual quienes ejercen el poder se resguardan en las estructuras militares para apuntalarse porque dejó de confiar en las estructuras ordinarias.
Si bien el mundo conoce las reiteradas violaciones a los Derechos Humanos por parte del régimen, no ha habido un manejo acertado de la situación. A juicio de Himiob, “hay que ser muy cuidadoso con los mensajes que se mandan porque a veces buscando generar beneficios políticos, entorpeces lo que lleva años realizándose en otros aspectos”. Las gestiones ante la Corte Penal Internacional (CPI) son parte de lo que se ha entorpecido.
-¿Maneja información acerca de presos político contagiados de coronavirus?
-Hasta este momento no tenemos reportes de contagios, mantenemos un monitoreo sobre la situación de salud de los detenidos y el último corte que hicimos nos reflejó que hay 62 personas con estado de salud entre grave y moderado; pero ninguna de la dificultades tiene que ver con coronavirus. Al día de hoy, no tenemos reporte de que alguno de los 335 presos políticos qué existen en Venezuela esté contagiado.
-¿Cuáles son esas condiciones de moderadas a graves de salud que padecen los presos políticos?
-Tenemos personas con Hipertensión, Diabetes y hasta Epilepsia; también hay muchos casos con afecciones que necesitan tratamientos continuos. Lamentablemente, en estos momentos ha sido muy difícil facilitarles las medicinas, e incluso, la alimentación especial que requieren. Tenemos personas que aún padecen las consecuencias de las torturas que les perpetraron al llegar al sitio de reclusión y no están recibiendo la atención necesaria.
-¿Cómo calificaría la situación de Derechos Humanos hoy en el país?
-La situación de los Derechos Humanos en el país, a todo nivel, es muy lamentable. En lo que respecta a nuestra área, es evidente que ni los tribunales ni los cuerpos de seguridad están orientados a cumplir sus verdaderas obligaciones, sino que están siendo destinados a ser armas de imposición de la hegemonía oficial. Para eso utilizan arrestos arbitrarios y otros mecanismos intimidatorios, como allanamientos, torturas, desapariciones forzadas y hasta asesinatos.
-¿Cómo es el día a día de un preso político en El Helicoide?
-Las últimas informaciones que tenemos hablan de unos 300 presos, entre comunes y políticos, en El Helicoide. La situación es muy grave, porque ese sitio de reclusión no cuenta con la infraestructura necesaria para ese número de detenidos y por eso hay mucho hacinamiento. No tienen un servicio médico, no hay acceso a insumos básicos como agua potable, luz solar, ventilación, entre otros. En algún momento se maltrataba mucho a los reclusos, pero de un tiempo para acá eso ha cambiado un poco; lo que no quiere decir que las violaciones a los Derechos Humanos hayan cesado por completo. Sin embargo, en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) sí se están presentando situaciones de abuso bastante graves.
-¿Puede profundizar sobre esas situaciones graves que están ocurriendo en la Dgcim?
-Mantienen absolutamente incomunicadas a las personas, hay quienes permanecen detenidas allí mucho más tiempo de lo que establecen los lapsos legales para ser presentados en tribunales. Hemos recibido reportes de torturas y maltratos físicos; también tenemos información sobre casas clandestinas, que no son sedes formales de la Dgcim, pero que las utilizan para esconder personas y someterlas a tratos crueles, inhumanos o degradantes.
-¿En estos momentos hay presos políticos en “La Tumba” del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin)?
-En este momento no hay presos políticos en “La Tumba”. Cuando hemos tenido casos allí, nos describen que lo más duro a enfrentar es que no tienen noción del transcurso del tiempo y eso desestabiliza mucho, desde el punto de vista psicológico a las personas; no saben cuándo es de día ni cuándo es de noche, tampoco tienen acceso a ningún tipo de contacto con el mundo exterior. Son unos calabozos situados a unos cinco pisos bajo tierra, son completamente blancos, las celdas miden aproximadamente un metro y medio por dos metros, las luces siempre están encendidas y la temperatura es muy baja.
-¿En qué administración han registrado mayor cantidad de violaciones a los Derechos Humanos, en la de Hugo Chávez o ahora en la de Nicolás Maduro?
-Las violaciones a los Derechos Humanos contra la disidencia se han materializado en ambos gobiernos, pero lo que yo establecería como un parámetro de distinción es que durante la era Maduro se ha incrementado, tanto desde el punto de vista cualitativo como del cuantitativo. Chávez también encarceló a sus opositores, ordenó torturas, incurrió en la práctica de la desaparición forzada de personas y asesinatos por motivos políticos, pero no en la cantidad ni con la intensidad que hemos visto durante el período madurista.
-¿Manejan alguna estadística que retrate este incremento?
-De 2014 hasta hoy registramos más de 15.000 arrestos por motivos políticos, en la medida que incrementó la represión, también aumentaron los asesinatos, desapariciones forzadas, torturas. Sin lugar a dudas, la persecución de en estos años de Maduro es superiora a la que hubo en el gobierno de Chávez.
-¿Tiene información de los directivos de Citgo que están presos?
-Siguen presos. Las posibilidades de hacer algo en este momento son muy limitadas, son presos políticos y su situación es particular, porque el poder no pretende hacer justicia con ellos, sino atribuirles el fracaso de la política económica y petrolera del país, eso convierte su caso en un caso político.
-¿Hay alguna actualización sobre los asesinatos del concejal Fernando Albán y el capitán Rafael Acosta Arévalo, quienes estaban en manos de las autoridades?
-No, la impunidad sigue siendo la regla. Tenemos más de 160 asesinatos por motivos políticos desde 2014 y, salvo una que otra excepción, donde no hay manera de tapar el sol con un dedo, la opacidad sigue siendo la regla.
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