Josep Borrell sostiene que en Venezuela todavía hace falta «un proceso que conduzca al reconocimiento de quién ha ganado las elecciones» presidenciales, muy controvertidas, del pasado 28 de julio. Sin embargo, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad, opina que en el país suramericano «hay que seguir buscando vías de negociación» para garantizar el estado de derecho y el fin de cualquier violencia. «Esperamos que Brasil y Colombia lo puedan hacer», dice Borrell en una entrevista exclusiva ofrecida a EL MUNDO, en los márgenes del Workshop TEHA (anteriormente conocido como Foro Ambrosetti), en Italia.
La conversación con el titular de la diplomacia de la UE se ha realizado unas pocas horas antes de que Edmundo González, el ex candidato de la oposición a las recientes elecciones presidenciales venezolanas, abandonara su propio país para exiliarse a España. Un portavoz del alto representante de la UE, tras este acontecimiento, ha confirmado a este diario la actualidad de todas las declaraciones de Borrell contenidas en esta entrevista.
Sobre Oriente Próximo, en la misma entrevista, Borrell vuelve a apelar a «un alto el fuego» entre Israel, por un lado, y Hamas, así como Yihad Islámica, por el otro. «Hay que llegar -afirma el también vicepresidente de la Comisión Europea- a un acuerdo, que tarda ya más que demasiado, para parar la matanza de civiles (palestinos) en Gaza, y por supuesto también para liberar a los rehenes (israelíes, tomados por Hamas) que todavía queden con vida». El alto diplomático europeo, de ciudadanía española, aboga también por «una solución política» al conflicto en Oriente Próximo, de una forma «que permita, como ha dicho hoy aquí [por el sábado, en el Workshop TEHA] la reina de Jordania, Rania, que los derechos de los palestinos sean respetados».
Asimismo, Borrell reitera su postura a favor de que las armas suministradas por otros países a Ucrania puedan ser utilizadas para golpear el interior del territorio de Rusia. «La reina de Jordania -afirma el alto representante de la UE- nos ha dicho que Israel está destruyendo impunemente a Gaza, y que la comunidad internacional debe ser capaz de ponerle un límite a esa destrucción. Pues Rusia está destruyendo, también impunemente, a Ucrania. La capacidad de respuesta de Ucrania está limitada por las condiciones que ponemos al uso de las armas que le damos».
Pregunta. Señor alto representante, desde Venezuela, en estas últimas horas, nos han llegado noticias de una situación en evolución delante de la embajada de Argentina en Caracas, donde seis colaboradores de la opositora María Corina Machado llevan unos seis meses refugiados. ¿Tiene usted alguna información adicional al respecto?
Respuesta. Siguiendo los acontecimientos con mi gente en Bruselas, sé que desde hace algunas horas la policía y elementos no identificados están rodeando la embajada de Argentina, que está bajo protección brasileña. Además, parece ser que Venezuela ha retirado a Brasil el reconocimiento de ese carácter de protector de los edificios de la embajada de Argentina. Como usted sabe, dentro hay personas asiladas, bajo la protección de Brasil. Naturalmente, estamos, no diría yo que preocupados, porque siempre lo estamos, sino ocupados, siguiendo lo que ocurre. Por supuesto, estamos preocupados también por la situación de Edmundo González.
P. ¿Es posible que vaya a haber una iniciativa internacional, para promover en Venezuela una solución, al menos provisional, que pueda garantizar al mismo tiempo el estado de derecho, el fin de cualquier tipo de violencia, y una vuelta a la normalidad, también para enfrentar la crisis económica?
R. Sé que hay varios Gobiernos que están, o han estado, tratando de dialogar con (el cuestionado presidente venezolano) Maduro. Pero también es cierto que, de momento, no se ha conseguido nada. Lo único que hay que conseguir es un proceso que conduzca al reconocimiento de quién ha ganado las elecciones (presidenciales). Nosotros, en Europa, ya hemos extraído conclusiones. A estas alturas, no habiéndose presentado prueba alguna de que Maduro las ha ganado, no reconocemos que lo haya hecho, porque por otro lado hay información suficiente para ponerlo claramente en duda. Por lo tanto, no reconocemos su legitimidad democrática. Hay que seguir buscando vías de negociación. Esperamos que Brasil y Colombia lo puedan hacer.
P. Hace algunas semanas, Usted dijo que, de no presentarse finalmente las pruebas de la victoria de Maduro en esas elecciones presidenciales, se produciría una «crisis grave»…
R. La crisis ya está allí. Hay más de 2.000 personas detenidas. ¿No le parece suficiente crisis?
P. ¿Cómo podría evolucionar aquella crisis, en caso de fracaso de los intentos de mediación?
R. No lo sé. No hay que ponerse en la peor de las situaciones…
P. Usted está a punto de viajar a Egipto. ¿Qué mensaje va a llevar allí con respecto a la situación en Oriente Próximo, y qué resultado puede conseguir?
R. En Egipto se va a celebrar la reunión ministerial de los países de la Liga Árabe, a la que me han invitado a asistir. También estamos negociando para que nuestra misión (de la UE) de control de fronteras, que estaba desplegada desde hace años en la frontera entre Egipto y Gaza, pueda volver, y permitir abrir un paso fronterizo, a través del cual evacuar fundamentalmente a las personas heridas, que no pueden recibir asistencia en Gaza. Mi viaje también tiene el objetivo de conocer, si es posible, cuál es la situación sobre el terreno. El mensaje no puede ser sino el mismo que hemos lanzado ya: hay que llegar a un acuerdo, que tarda ya más que demasiado, para liberar a los rehenes que todavía queden en vida, y parar la matanza de civiles en Gaza. Asimismo, hay que trabajar para una solución política. Claro, hablar de eso, con lo que está ocurriendo, es un poco hablar de un futurible incierto. Pero hay que mantener el apoyo a una solución que permita, como ha dicho hoy [por el sábado] aquí la reina de Jordania, Rania, que los derechos de los palestinos sean respetados. Nosotros, la Unión Europea, reconocemos esos derechos. Pero no basta con reconocerlo formalmente. Hay que trabajar para ello. Hoy, aquí, la reina Rania ha lanzado un mensaje que, a cualquiera que tenga un poco de sensibilidad humana, le tiene que impactar. El ataque de Hamas (perpetrado contra Israel el pasado 7 de octubre) fue un horror. Pero, lo que está ocurriendo (a los palestinos) en Gaza es otro horror, si cabe, más grande. Es muy difícil comparar horrores. Pero 40.000 personas muertas (en aquel territorio palestino), dos millones de personas martirizadas, y una perspectiva de muerte, destrucción y hambruna, como la que está ocurriendo en Gaza, es algo que los europeos no deberíamos tolerar. Yo he planteado al Consejo (de la UE) que se sancione a dos ministros israelíes que se han distinguido por los mensajes de odio hacia los palestinos. No se puede decir que hay que «starve«, que es decir matar de hambre, a dos millones de personas, y que eso sería muy moral. No se puede dejar que esas cosas se digan. Si de verdad nos creemos que hay que combatir los mensajes de odio, no se puede aceptar eso. No sé qué decidirán los ministros de Asuntos Exteriores. Hay que hacer algo más, frente a la que es una de las mayores tragedias vividas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
P. A principios de este año usted presentó su plan de paz de la Unión Europea para Oriente Próximo. ¿Cree que bajo la nueva Comisión Europea, de la que usted no formará parte, podrán darse las condiciones para que ese plan se ponga en marcha?
R. No lo sé. Pero todavía quedan dos o tres meses (para que empiece el mandato del nuevo Ejecutivo de la UE). Dos y tres meses son mucho tiempo. Esos meses se cuentan en miles de muertos. De momento, lo que hay que conseguir es un alto el fuego. El retraso en conseguir el alto el fuego es desesperante: un día se nos dice que está a punto de conseguirse, y al día siguiente que quizá mañana. Israel diciendo que es culpa de Hamas, y Hamas que es culpa de Israel. ¿Dónde está la responsabilidad por la falta de un acuerdo?
Pero yo he visto las manifestaciones enormes en Israel contra Netanyahu, culpándole de que no tiene la preocupación que debiera tener. Es lo que dice una buena parte de la sociedad israelí. Europa (al respecto) está muy dividida. Si Estados Unidos no lo consigue, una Europa dividida todavía menos lo va a conseguir. Yo me limitaré a trabajar hasta el último minuto de mi mandato.
P. ¿Qué opinión tiene usted de las recientes declaraciones, tanto del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, como del nuevo presidente, Masud Pezeshkian, a favor de una mejora de las relaciones de la República Islámica con Occidente y hasta con sus vecinos de Oriente Próximo? ¿Qué puede suponer eso a corto plazo para la diplomacia internacional?
R. De eso han hablado telefónicamente el nuevo presidente de Irán y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. ¡Ojalá fuera verdad! Pero cada vez hay mas información sobre que Irán está entregando, o ha entregado, misiles balísticos a Rusia para bombardear a Ucrania. Hace tiempo que venimos advirtiendo de que, si esto fuera el caso, las relaciones (entre la UE e Irán) se verían gravemente afectadas. Hemos hecho toda la presión, para que eso no ocurriera, para que Irán no suministrara misiles balísticos a Rusia. La información que tenemos va en esta dirección. Pero no le puedo decir más. Estamos en contacto con los servicios americanos, para actuar coordinadamente. Ya la entrega de drones a Rusia, que Irán siempre ha negado, fue un tema difícil. Este lo sería mucho más.
P. Precisamente respecto a Ucrania, en este foro escuchamos el discurso de su presidente, Volodimir Zelenski, así como el de la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. En aquella circunstancia, Zelenski dio a entender que, de momento, su país quiere seguir combatiendo para presionar a Rusia, con el fin de que ésta llegue a un acuerdo de paz en una situación mejor para la propia Ucrania.
R. Hay que entender lo que quiso decir. Ucrania se está defendiendo de una agresión. Naturalmente, todas las guerras acaban con una negociación. Como decía la primera ministra italiana, en este momento la situación está en un impasse. Lo que nos pide Ucrania es que la ayudemos en serio a defenderse. En serio quiere decir que no dejemos que Rusia la bombardee impunemente. La reina de Jordania nos ha dicho que Israel está destruyendo impunemente a Gaza, y que la comunidad internacional debe ser capaz de ponerle un límite a esa destrucción. Pues, Rusia está destruyendo, también impunemente a Ucrania. La capacidad de respuesta de Ucrania está limitada por las condiciones que ponemos al uso de las armas que le damos.
P. El presidente Zelenski precisamente volvió a pedir armas de largo alcance, para bombardear a Rusia, y hasta lamentó, a lo mejor bromeando, no poder atacar al Kremlin…
R. Zelenski sarcásticamente ha dicho en Cernobbio que no quiere usar armas de largo alcance para bombardear a Moscú. Las necesita para atacar las bases aéreas y de lanzamiento de misiles, que están al otro lado de la frontera, y que todos los días matan a su gente y destruyen su país. Cualquiera que estuviera en la piel de Zelenski pediría eso a gritos.
P. ¿Es posible que se satisfaga al presidente ucraniano?
R. Algunos (países proveedores de armas a Ucrania) ya lo han hecho. Otros no lo han hecho. Otros, a lo mejor, lo hacen sin decirlo. Pero ciertamente no todos lo han hecho. Cuando planteé el tema en el Consejo de ministros (de la UE), se acordó que este es un tema nacional, y cada uno hará lo que estime oportuno. Italia, en particular, es uno de los países que se niega a hacerlo. ¡Póngase usted en la piel de Ucrania!, y me dirá si tiene mucho sentido que le dé un misil, pero que no se lo deje utilizar contra las bases desde donde Rusia bombardea. Los rusos no son tontos. Retroceden hasta el límite del alcance de la fuerza ucraniana, y desde allí son impunes.
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