Por Andrés Rojas Jiménez / PetroGuía
“Citgo está en un posición operativa y financieramente estable para apoyar la reconstrucción de la industria petrolera de Venezuela”. La afirmación forma parte de los mensajes que muestra la junta directiva de Citgo, que presentó sus resultados financieros y operativos del tercer trimestre de 2019 en los cuales se reportan ganancias por 215 millones de dólares, monto que representa 79% mayor a lo percibido en el segundo trimestre. También resaltan un aumento de la capacidad de refinación en 20.000 barriles diarios para alcanzar los 769.000 barriles al día, reducción del riesgo crediticio y refinanciamiento de 70% de la deuda financiera.
Dos venezolanos residenciados en Estados Unidos asumen la vocería de la empresa: Luisa Palacios, presidenta de la junta directiva; y Carlos Jordá, presidente ejecutivo de la compañía. Ambos resaltan la importancia que tiene el petróleo venezolano en el sistema de refinación de Citgo, pero advierten que se han visto obligado a la diversificación -aún antes de ellos asumieran estas responsabilidades y que el gobierno de los Estados Unidos impusiera la sanciones- debido a la caída de la producción de Venezuela que impidió a PDVSA cumplir con los suministros.
-¿Esa ganancia que reporta Citgo al cierre del tercer trimestre se sumaría a los dividendos que no se han podido repatriar a Venezuela desde fines de 2017?
-Luisa Palacios (LP): Hay que tomar en cuenta que los resultados que estamos informando se dan en un año bastante difícil para las refinerías del golfo por el poco diferencial que existen entre petróleo liviano y pesado. A estas refinerías les va muy bien cuando ese diferencial es bastante amplio. Eso es algo que no solo nos ha afectado a nosotros sino a las finanzas de todas las refinerías del golfo.
-¿Ese diferencial está igualado o hay todavía alguna diferencia?
-LP: Está muy estrecho. No está igualado pero es muy distinto al que se tuvo el año pasado y esa es la razón por la que afecta no sólo la rentabilidad de Citgo sino de todas las empresas refinadoras, sobre todo a principios de año; pero a medida que ha pasado el tiempo, con las medidas que hemos tomado y aunado a un mercado más favorable a nosotros, nuestras finanzas han empezado a mejorar.
-Carlos Jordá (CJ): Cuando se ve la diferencia entre los crudos Brent y Maya durante el tercer trimestre de 2019 vemos que fue de 5,20 dólares, mientras que el año pasado ese diferencial era de 9,03 dólares, entonces todas las refinerías del golfo que están en los Estados Unidos, que procesan crudos pesados como el Maya o que anteriormente recibían el de Venezuela, se han visto afectada. De igual manera, las refinerías que procesan crudos canadienses ocurre lo mismo, como es el caso de nuestra refinería en Lemont. Allí se puede utilizar como indicador el WTI en Cushing, que comparado con el Western Canadian Select, con un diferencial de 12,71 dólares frente al 29,17 dólares del año pasado.
Puede verse la compresión que ha habido entre los precios de los livianos y pesados entre un año y otro. Por tanto, eso afecta las ganancias de todos las refinerías que normalmente se dedican a este tipo de crudos.
-¿Cuánto se tiene acumulado de los dividendos que no se han podido repatriar y qué se espera para al cierre del ejercicio de 2019?
LP: Un aspecto importante sobre el que no se tiene mucho conocimiento es que los resultados que estamos mostrando son de Citgo Corporation pero encima de ella está otra entidad que se llama Citgo Holding, que tiene una importante deuda que se emitió bajo la pasada administración por un monto de 2.800 millones de dólares para hacer una repatriación de dividendos de 2.200 millones de dólares en 2015 y 2016. En ese momento hubo una caída importante en los precios del petróleo y la pasada administración sobreendeudó a la compañía a través de Citgo Holding. Lo que hemos estado haciendo es pagar esa deuda, que además tiene unos contratos bastante fuertes que obligan al repago de esa obligación. Era el único mecanismo por el cual levantaban dinero. Si bien la corporación tiene dividendos que se los declara a Citgo Holding, esta a su vez tiene un elevado servicio de deuda que debe pagar. Por eso los dividendos de Citgo Corporation han sido hasta ahora para pagar la deuda que contrató la administración pasada.
-Desde que ustedes están en la directiva, ¿cuánto se ha pagado de esa deuda?
-LP: La dirección y el norte de la junta directiva y de la gerencia son tres: la primera, la estabilidad operativa y financiera; la segunda, el tema de gobernanza corporativa, que para nosotros es importante; y la tercera, la protección de activos. Todo esto porque queremos poner a la empresa en la situación financiera y operativa para reanudar la repatriación de dividendos a la Nación, que no se declaran desde 2015 cuando se contrató la deuda. Lo que hemos hecho es aumentar lo más posible lo que está bajo nuestro control como es la operatividad y la parte financiera de la empresa para llevarla a declarar dividendos a favor del accionista cuando sea posible.
-Ustedes señalan que más de la mitad de los crudos que están recibiendo son de Estados Unidos y que hay una parte que se le compra a Colombia y México. Si Venezuela retoma sus exportaciones hacia Estados Unidos, ¿es ventajoso mantener ese esquema o se podría retomar los despachos desde Venezuela?
-CJ: En el momento que haya crudos venezolanos se tendrá un impacto en el mercado y eso abriría de nuevo el diferencial.
-¿Venezuela ha propiciado que se estreche el diferencial?
-CJ: Sin duda. Venezuela venía produciendo alrededor de 2 millones de barriles diarios, predominante de crudos pesados y un volumen de esa cantidad venía a la costa del golfo. Con el tiempo fue reduciéndose pero aún cuando no vinieran a este mercado su presencia afectaba ese diferencial entre el Brent y los crudos pesados. La reducción de producción de Venezuela ha tenido sin duda un impacto y de igual manera el caso de México, que también ha venido reduciendo su producción; y la de Colombia no ha crecido. Si se hubieran visto los planes a mediano plazo de hace cinco años se hubiera visto altos diferenciales entre crudos livianos y pesados que no se han materializado por las razones que hemos señalando: básicamente por falta de suministro.
-LP: Venezuela tuvo que ver en esta situación pero también hay otros factores fundamentales como lo que ocurrió con Irán y además los acuerdos de recortes de la OPEP, que al primero que afectan es al crudo pesado. Entonces hubo una serie de factores que han causado una reducción de la oferta de crudos pesados y por tanto una reducción del diferencial con el liviano. Nosotros teníamos un contrato de suministro con PDVSA, la administración pasada nunca pudo cumplirlo debido a la caída en la producción de Venezuela, que ha sido tan importante que Citgo no tuvo otra posibilidad sino diversificar sus compras de crudo y en ese momento Estados Unidos ya empezaba a aparecer como un productor importante. Esto también es otra razón por las que el diferencial de crudos es menor debido a que se tiene una sobreoferta de crudos livianos. Por tanto, tiene todo el sentido económico que nosotros vayamos adaptándonos a procesar más crudos livianos de Estados Unidos en nuestras refinerías, pero es una situación que ya tenía tiempo ocurriendo. El contrato con PDVSA era por encima de 300.000 barriles diarios y el año pasado llegó a 176.000 barriles por día, prácticamente la mitad de lo que nos debía entregar y eso nos obligó a diversificarnos, pero tenemos que decir que el mejor crudo para Citgo es el venezolano desde el punto de vista de las refinerías.
-En los resultados resaltan las compras de crudos de Colombia y México, ¿son similares a los de Venezuela?
-CJ: El crudo venezolano que típicamente se recibía aquí en Citgo era por el orden de 16 grados API mientras que el de México está en 22 grados API y el de Colombia ha sido entre 18 y 20 grados API. En términos generales los tres tipos de crudos se procesan de manera igual en las refinerías. También estábamos recibiendo un crudo que se llama DCO, que es de la faja del Orinoco de 8 grados API diluido con nafta y venía como uno de 16 grados API, el cual resultaba más difícil de procesar y en algunas refinerías tenían inconvenientes porque venía tratando de manera insuficiente con agua y sal, lo que limita la capacidad de procesamiento, pero Citgo sí podía manejar eso.
-¿A qué se debió ese incremento de 20.000 barriles diarios en la capacidad de refinación que reportan en los resultados del tercer trimestre?
-CJ: Hubo un incremento de 10.000 barriles diarios en la refinería de Corpus Christi producto de un turnaround (mantenimiento mayor programado) que se hizo en el segundo trimestre del año y se aprovechó para hacer cambios para aumentar la capacidad. El otro fue en la de Lemont, en Chicago, donde a través de cambios operacionales se aumentó la capacidad en aproximadamente 10.000 barriles al día.
-De los primeros anuncios que hizo la junta estuvieron las investigaciones para determinar presuntas irregularidades cometidas por las anteriores administraciones, ¿qué resultados arrojan?
LP: Cuando la junta directiva asumió sus funciones, hubo dos cosas que se hicieron: la primera, fue ordenar una auditoría externa de la empresa para revisar como se estaban tomando las decisiones y todos los procesos. Esa auditoría ya culminó su etapa de diagnóstico, estamos en la fase de implementación para que de ahora en adelante toda la toma de decisiones de la empresa siga las mejores prácticas de la industria petrolera. Ese es nuestro norte, que las decisiones que se tomen estén basadas en las mejores prácticas de la industria petrolera americana.
-¿Qué correctivos se han tomado a raíz de esas investigaciones o ese diagnóstico?
-LP: Un aspecto es la auditoría que permite corregir procesos y otra son las investigaciones que hacen entender lo que pasó. Fueron dos procesos y la acción más importante que hemos tomado fue que se reestructuró la Vicepresidencia de Servicios Compartidos, que desapareció; y eliminamos el Departamento de Procura con el Accionista, donde creemos que existieron los mayores problemas.
-¿Hay casos que indiquen cuáles fueron esos problemas?¿Sobrefacturación?¿Compras que no fueron sustentadas o que no se ajustaban a los requerimientos?
-LP: Eso aún está en investigaciones y estamos colaborando con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
-En los resultados resaltan que Citgo está exportando 36% de la producción de las refinerías del golfo, ¿cómo eran esas ventas antes de que ustedes llegaran a la directiva?¿Eran principalmente hacia Venezuela?¿Arrojaban resultados positivos en ese momento?
-CJ: Realmente eran hacia Venezuela y sí arrojaban resultados positivos porque era un balance con lo que se tenía que pagar por el crudo que enviaba PDVSA, se recibía crudo, se entregaban productos y se hacía un canje con su parámetro económico. Ahora todo el esfuerzo se ha dirigido hacia otros mercados en el Caribe, México y otros países de América Latina, buscando colocar esos barriles porque el crecimiento dentro del mercado estadounidense se ha estancado sobre todo el de gasolina y entonces es atractivo exportar para las refinerías del golfo que tienen esa capacidad.
-¿Obviamente Citgo no exporta a Venezuela por la restricción de las sanciones?
-CJ: Así es.
-LP: Una vez que venga el cese de la usurpación estaremos en capacidad de renovar esas exportaciones.
-¿Quieren decir que parte del déficit de combustibles que hay en Venezuela por la baja capacidad de las refinerías en el país podría ser cubierto con suministros de Citgo si se levantan las sanciones y cesa la usurpación como dicen?
-LP: Recuerda que las sanciones existen porque todavía no ha habido el cese de la usurpación. Cuando eso ocurra vamos a poder reanudar las importaciones de crudo venezolano y las exportaciones de productos.
-Los activos Citgo aún está en riesgo por las deudas de PDVSA y del Estado venezolano, pero en lo que tiene que ver con las obligaciones propiamente de la empresa, ¿eso queda subsanado con el refinanciamiento de la deuda y las decisiones legales a favor de la compañía?
-LP: En estos meses que hemos estado en la junta directiva, lo primero que hicimos fue refinanciar la deuda porque la administración pasada no tenía acceso a los mercados. El refinanciamiento de la deuda era imperativo. Si no se hubiese refinanciado como se hizo, de verdad creo que hubiese sido problemático para el control de Citgo y de PDVSA. Refinanciamos 70% de la deuda, y en el caso de Citgo Holding la refinanciamos a menor costo. Otra de las cosas que hicimos fue cambiar varios de los contratos de esa deuda. Hay muchos aspectos que mantienen la incertidumbre y que están fuera del control de Citgo. Unos tienen que ver con la administración pasada y otros con el legado de Nicolás Maduro, pero lo que nosotros hemos hecho en estos 10 meses es hacer que esta empresa pueda manejarse operativa y financieramente aún cuando exista todo ese legado y toda esa incertidumbre. Para eso el refinanciamiento de la deuda fue fundamental.
-Por el lado de Citgo, ¿ya no hay retos legales?
-LP: Los retos más importantes que tenemos nos vienen por la casa matriz. Hemos hecho lo que podemos. La junta directiva pasada nos cuestionó en la Corte de Delaware y nosotros ganamos esa batalla como la junta legítima y legal. Eso fue una decisión importante para la protección del activo de Citgo. Adicionalmente, hicimos un gran esfuerzo de comunicación entre todos los stake holders (grupos de interés) explicando la importancia de Citgo, junto a otras organizaciones y personas, y eso permitió la suspensión por tres meses de la Licencia General No. 5, que permitía a los acreedores del bono PDVSA 2020 obtener el control sobre el colateral o garantía de Citgo Holding en caso de default (inclumplimiento) en el pago de ese título.
-Pero esa suspensión de la licencia es hasta fines de enero de 2020, así que van a tener que seguir haciendo ese esfuerzo
-LP: Ese esfuerzo es continuo.
-Han resaltado como las agencias calificadoras han reducido la percepción de riesgo crediticio que se tenía sobre Citgo, ¿esa tendencia a la baja se ha mantenido?
-LP: La diferencia es del cielo a la tierra. En el espacio de 6 meses se tomaron decisiones extremadamente importantes que lograron una estabilidad operativa y financiera de la empresa y que hacen que nosotros podamos presentar resultados favorables.
-¿Cómo quedó uno de los programas de responsabilidad social de Citgo como el de combustibles para calefacción que se entregaba a hogares pobres e indígenas en los Estados Unidos?¿Fue eliminado? ¿Ahora la acción social de Citgo es hacia la ayuda humanitaria en Venezuela?
LP: Ahora mucha de la responsabilidad social de la compañía se está reorientando hacia la crisis humanitaria en Venezuela a través de la Fundación Simón Bolívar. Hicimos un diagnóstico de cómo está esa institución, asumimos la responsabilidad de unos pacientes y nos hemos reorientado en tener impacto importante en la atención de la crisis humanitaria en Venezuela. Estamos aprovechando que nuestra sede está en Houston, donde no sólo es la meca de la industria petrolera sino también en el tema de la salud y lo que nos hemos encontrado con una cantidad de organizaciones no gubernamentales que están ayudando a hospitales y centros de vacunación en Venezuela. A eso agrego el apoyo espectacular que están ofreciendo médicos venezolanos que se encuentran aquí y lo que hemos hechos en Citgo, a través de la fundación, es servir de plataforma y conectarla con organizaciones en Venezuela para potenciar esa ayuda de la sociedad civil. También tenemos un programa de beca para ayudar financieramente a esas organizaciones con el fin de que puedan continuar la atención de los venezolanos. Todos nuestros esfuerzos de responsabilidad social están orientados hacia eso, así como en la ayuda materno infantil y la atención infantil, que también es un área de urgencia en Venezuela. Hemos estado evaluando y prontamente podremos dar mayor información.
-¿Citgo seguirá siendo de Venezuela?
LP: Lo que hacemos todos los días es asegurarnos que Citgo sea de Venezuela. Ese es nuestro trabajo
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