Cuatro automóviles de alta gama son algunos de los activos que los fiscales federales buscan confiscar a Raúl Gorrín, un magnate chavista prófugo de la justicia norteamericana, cuyas excentricidades no comulgaban con el estilo de vida socialista de donde sacó todo su dinero.
Fiscales federales de Estados Unidos están detrás de los activos de Raúl Gorrín, el conocido magnate venezolano, quien salió a relucir por hacerse del otrora opositor canal de noticias Globovisión tras pasar años siendo una pieza clave en una red que obtenía acceso privilegiado al sistema de cambio de divisas durante la era Chávez y luego con Nicolás Maduro.
Gorrín está cerca de perder sus muy lujosas propiedades en los Estados Unidos, su mansión de 6 mil pies cuadrados que tuvo un valor de mercado de 8 millones de dólares, ubicada en la exclusiva zona de Cocoplum, y su Rolls-Royce Phantom Drophead Coupe de 200 mil dólares, junto a otras 20 propiedades inmobiliarias por valor de decenas de millones de dólares en Miami y Manhattan.
Aunque para los fiscales no va a dar demasiados problemas quitar a Gorrín las casas y los condominios, el caso que rodea a su Rolls-Royce, está lleno de detalles sin resolver.
Gorrín logró su fortuna gracias a los negocios con el sistema de control de divisas impuesto por Hugo Chávez en Venezuela, produciendo miles de millones de dólares en ganancias ilegales que transfirió a cuentas bancarias en Suiza, Florida y Nueva York, para ser repartido entre él y Alejandro Andrade, ex tesorero chavista y su socio en toda la trama.
Andrade se declaró culpable en el caso por corrupción y lavado de dinero, y fue sentenciado a 10 años de prisión y además tuvo que pagar cerca de 300 millones de dólares en efectivo y ceder otros de sus activos al gobierno estadounidense; sin embargo Gorrín se encuentra prófugo de la justicia.
Bandidos de alta gama
En septiembre pasado, los fiscales demandaron a cuatro vehículos de lujo que pertenecían a Gorrín en un caso civil relacionado: el Rolls-Royce 2012, un Ferrari FF 2016, un Porsche 911 Turbo Coupe 2017 y un Maserati Quattroporte 2014. Gorrín mismo no fue demandado. El juez federal de distrito Robert Scola otorgó una orden de arresto por sus autos de alta gama.
Todos los automóviles fueron decomisados, menos el Rolls-Royce.
Poco después de que su caso penal se hiciera público a fines de 2018, Gorrín obtuvo una licencia «falsa» de conducir en Florida a su nombre para adquirir duplicados de los títulos de propiedad de Rolls-Royce, Porsche y Maserati, según una denuncia civil federal. Sus aplicaciones indicaron que los títulos originales se habían perdido.
Para el Ferrari no había una licencia de conducir en el archivo, pero la solicitud de un certificado de título duplicado también decía que el original estaba «perdido» y estaba firmado «RG», supuestamente por «Raúl A. Gorrin».
Pero los agentes de Homeland Security Investigations se enteraron de que la licencia de conducir de Gorrín «no existía», según la denuncia. Los agentes revisaron una base de datos estatal de vehículos motorizados y licencias de conducir y encontraron que «nunca se ha emitido ninguna licencia de conducir de Florida a Gorrín». Además, la foto en la licencia no coincidía con la identidad de Gorrín.
Los agentes descubrieron que Gorrín había usado inicialmente una licencia de conducir venezolana para comprar los cuatro vehículos.
Los funcionarios también descubrieron que entre el 30 de noviembre y el 3 de diciembre del 2018, los cuatro vehículos de Gorrín fueron transferidos a Auto Brokers USA Corp., en Homestead, por una persona que supuestamente era Gorrín, usando la licencia de conducir falsa de Florida, quien hizo la transferencia con los duplicados de los titulso de propiedad. La firma de los certificados tampoco era igual a la de Gorrín.
En enero del 2019, el «cuidador» de los carros de Gorrín, informó a la policía de coral Gables que los automóviles «habían sido robados», pero además dijo que «Gorrín no había autorizado la venta de estos vehículos a Auto Brokers», según se lee en la denuncia.
El «cuidador», dijo que los vehículos fueron sacados del estacionamiento de un edificio residencial de Coral Gables, en Village Place 4100 Salzedo St., donde el empresario chavista era dueño de 11 propiedades bajo nombres de distintas empresas de maletín.
El año pasado, Auto Brokers vendió los Ferrari, Porsche y Maserati de Gorrín en una subasta antes de que los fiscales federales presentaran su queja civil para perderlos en septiembre de 2019. Como resultado, los fiscales perdieron la oportunidad de confiscar los vehículos porque los compradores no podían saber que estaban sujeto a decomiso. El Ferrari se vendió por $ 150,000, el Porsche por $ 145,000 y el Maserati por $ 34,500.
El Rolls-Royce, sin embargo, no se vendió, por lo que los agentes con Investigaciones de Seguridad Nacional lo confiscaron.
En enero de este año, el abogado defensor de Gorrín, Howard Srebnick, presentó un reclamo por el Rolls-Royce, por lo que tendrá que enfrentarse con los fiscales sobre su destino ante el juez federal, Scola.
Srebnick dijo que la demanda civil de los fiscales demuestra que su cliente era una «víctima», y señaló que «un grupo de ladrones de automóviles se aprovechó del hecho de que Raúl Gorrín no reside aquí».
«Robaron los autos y usaron documentos falsificados para venderlos», dijo Srebnick el martes. «La denuncia de decomiso del gobierno federal confirma que Gorrín fue la víctima, no el autor, de identidad y robo de autos, cuyos delitos fueron denunciados a la policía».
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