La Victoria en Apure, ha sido el escenario donde la sangre de militares venezolanos y civiles ha corrido sin parar desde el 21 de marzo, tras enfrentamientos entre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), y grupos irregulares colombianos, sin que hasta ahora el Ministro de Defensa Vladimir Padrino López, emita una información precisa sobre el número de bajas de la institución castrense. Tal silencio significa para especialistas de la fuente militar y seguridad de Venezuela y Colombia, que la estrategia implementada por Nicolás Maduro y el alto mando militar para defender el territorio, «ha fracasado», porque la FANB luce débil y confundida ante un enemigo que tiene menos armas, pero 60 años de experiencia en guerra.
Ana Uzcátegui | La Prensa de Lara
Un vídeo viralizado el 27 de abril, publicado por el director de la ONG Fundaredes, Javier Tarazona en su Twitter, da cuenta de dos ataques de grupos guerrilleros contra tropas del Ejército venezolano y la Armada. sobre una zona boscosa estaban tendidos los cuerpos de 12 militares criollos en estado de descomposición, los ataques se dieron el 24 de abril en represalia a una operación un día anterior, cuando la FANB destruyó un vehículo de la guerrilla.
La periodista Sebastiana Barráez, especialista de la fuente militar y frontera, asegura que la opacidad de la información sobre los hechos es una política de Estado. «No quieren visibilizar lo sucedido para no profundizar el bajo nivel moral de la FANB, y para no colocar sobre la palestra un tema que era altamente denunciado: la presencia de grupos guerrilleros en territorio venezolano», expresó.
Aunque desde 1998 Hugo Chávez negó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), estuvieran instaladas en Venezuela, y Nicolás Maduro lo sigue haciendo ahora, Barráez alega que los hechos registrados en 43 días en guerra hablan por si sólo. «La guerrilla tiene el control de parte del territorio y lo acaba de demostrar masacrando a militares venezolanos», alertó.
Lo que se registra en el estado llanero, sostiene, es una disputa de un conflicto fraguado en el interior de las FARC, pero trasladado a Venezuela. Los militares venezolanos enfrentan a una disidencia de las FARC denominada Frente Décimo, cuyo líder es Gentil Duarte, quien no aceptó los acuerdos de paz firmados en la Habana y Colombia en 2016. Este grupo está en disputa con otra disidencia de las FARC denominada la Segunda Marquetalia, cuyos líderes son Iván Márquez y Jesús Santrich.
Según el Investigador de la Universidad de Illinois en Chicago y especialista en seguridad y conflicto en Colombia, Jorge Mantilla, tanto Santrich como Márquez son «aliados» del chavismo. «Nicolás Maduro ha sido flexible, complaciente con grupos armados colombianos, porque los ha utilizado a su favor como un instrumento de control social y como un instrumento de contención política en estados fronterizos opositores», indicó.
Razón por la cual lo que se han encontrado los Comandos Caribe del Ejército, y los Comandos de Infantería de Fuerzas Especiales, cuadros medios e intermedios de la FANB mandados a combatir en Apure, ha sido una guerra irregular, no enfrentamientos convencionales para los que han recibido entrenamiento militar.
«Estamos viendo un repertorio de violencia como minas antipersonales, artefactos explosivos improvisados, emboscadas de tipo guerra de guerrillas que le han causado gran daño a la FANB porque no están preparadas para estos ataques. Por eso los cuerpos de militares venezolanos conseguidos han estado en descomposición, porque los artefactos implementados mutilan y causan graves heridas», comento Mantilla.
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