El Coordinador Nacional de Prociudadanos, Leocenis García, dio su opinión acerca de lo que podría ser un posible acercamiento y negociación entre el régimen de Nicolás Maduro y la nueva administración estadounidense, ahora liderada por el presidente electo, Joe Biden. Aquí el artículo completo.
En el año 2015, en la toma de posición de Dilma Rousseff de Brasil, un sonriente Maduro se topó con el entonces Vice Presidente de EEUU, Joe Biden.
Muy cerca del segundo hombre de la administración Obama, estaba un joven, libreta en mano, que escuchó aquel intercambio. ¿Su nombre? Juan Gonzalez.
González era entonces asesor para America Latina de Joe Biden.
Aunque lo que la prensa, y sus periodistas -si se les puede llamar así- recalcaron fue la sonrisa entre ambos, lo qué en realidad pasó fue un encuentro bastante tenso.
Maduro, se acercó a Joe Biden y Juan González. Quería tener un diálogo formal con la Casa Blanca.
Biden, fue muy cortante. Soltó una ruta con tres puntos: “Si quieres hablar con nosotros, primero suelta a los presos políticos. Deja de demorar. Y entra en un diálogo real y viable con la oposición. Toma unas decisiones económicas necesarias, para prevenir un colapso. Antes de eso, no tenemos mucho de qué hablar”
La risa del VicePresidente, vino, cuando el jefe del régimen venezolano soltó uno de sus disparates: “Sube el precio del petróleo”.
Biden le devolvió: “Así no es como funciona el mercado internacional”
Ese joven, libreta en mano, tiene muy claro los pasos que el régimen de Maduro tendría que dar para empezar una ruta viable para la administración, que buscará un cambio democrático en Venezuela; y para Maduro que buscará -son sus aspiraciones- comprar más tiempo.
Juan González sustituirá a dos hombres que durante la administración Trump manejaron el tema Venezuela desde la Casa Blanca.
Uno, Juan Cruz. El otro, Claver-Carone, quien rechazó varias veces los emisarios de Maduro para entablar un diálogo con la Casa Blanca.
Juan González, criticó en su momento las presiones que el Sur de la Florida tenían sobre la política para Venezuela. Para él, el ejército de Venezuela, tiene una enorme importancia en el diseño de una solución.
“Tendrán que tomar una decisión, si son Maduristas o si son venezolanos”, ha dicho en el pasado.
González se opondrá al diálogo por Maduro como una táctica para demorar y consolidar el poder. Se prepara ya a rechazar el lobby con Washington que el régimen ha encargado al pastor Bertucci y otros opositores cercanos al Gobierno.
Aunque González es un crítico de las sanciones unilaterales por considerar que nunca en la historia han funcionado en cambiar a un régimen en la ausencia de una estrategia diplomática, él recomendará seguramente retomar una ruta para poder levantarlas, que tendrá como puntos mínimos aquella conversación de Brasil.
Una salida del poder de Maduro o que ceda parte de él, sería el punto número cuatro de la agenda.
Los Tanques de Pensamientos de Washington, como Wola y Usip, dos de los más relacionado al tema Venezuela, podrían ayudar a empujar una solución de consenso, tomando en cuenta que González, es un diplomático.
Creo que estamos cerca de una solución viable y práctica, que deje de darle argumentos a Maduro para excusarse del desastre de su modelo fallido del socialismo. Y lo ponga en una ruta verdadera para abrir un cauce a la democracia, desmantelada por su régimen del terror.
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