Aurora Silva ha seguido con mucha atención las excarcelaciones de presos políticos que desde el sábado se han producido en Venezuela. Con atención y con esperanza -aunque poca-, por si la medida aplicada por el fiscal general, Tarek William Saab, que permitirá la excarcelación de 225 presos políticos incluye a su marido, el opositor Freddy Superlano. «Es difícil porque mi esposo es uno del grupo al que ellos llaman ‘de mayor peso político’. Ojalá esté equivocada y ocurra el milagro», declara a ABC desde Caracas.
Hoy se cumplen 111 días desde la detención arbitraria de Superlano. Tras una semana sin conocer su paradero -lo que legalmente se conoce como una desaparición forzada-, su esposa fue informada de que se encontraba en el Helicoide, el centro de torturas más grande de Venezuela. En estos más de tres meses Aurora no ha podido comunicarse ni ver a su marido, lo que le llevó a reclamar al régimen de Nicolás Maduro una fe de vida, que nunca le dio. «No sé si está vivo o cómo se encuentra físicamente», afirma. Superlano ha sido acusado por la fiscalía de cinco delitos, entre ellos, terrorismo, traición a la patria y asociación para delinquir.
La detención del gobernador electo del estado de Barinas y coordinador nacional del partido Voluntad Popular -colaborador cercano de María Corina Machado- se produjo el 30 de julio, dos días después del fraude electoral de Nicolás Maduro. Un fraude que provocó que cientos de personas salieran a protestar a las calles y fueran detenidas. La escalada de represión se cebó en ellos, pero también inició una cacería contra opositores de alto perfil del círculo de Machado -que vive en la clandestinidad-.
«Hasta el momento no tenemos ninguna información oficial más allá de la que nos dan los custodios en el Helicoide, que me han confirmado que está ahí desde el 7 de agosto, una semana después de su detención», explica Aurora. Cada vez que acude al centro de detención le dicen que aún no puede ver a su esposo, «y que solo puedo asistir los días de paquetería», dos a la semana, en los que entrega cosas personales -utensilios de aseo, comida y ropa-. Lo que pasa con ellos ya no lo sabe.
Otra vía de información es la de los rumores, «porque nada es oficial acá». Así se enteró de que «a Freddy le han negado el derecho a la defensa privada, como a todos, y a la visita. En Venezuela el debido proceso no existe», denuncia Aurora, a la que han mareado con informaciones contradictorias. Mientras en la defensoría del pueblo le aseguran que está autorizada la visita a su marido, se la niegan cuando llega al centro de detención. «Asumo que es el director del Helicoide quien tiene que autorizarla».
Tortura física y psicológica
La incomunicación prolongada entre los presos políticos y sus familias es un arma que el régimen utiliza de manera sistemática, especialmente sobre aquellos de alto perfil. «Como mi marido hay otros seis que todavía no han tenido acceso a sus familias». El objetivo es, en opinión de Aurora, «jugar a la desesperanza, a desestabilizar el plano familiar, creo que eso es parte de la tortura, tanto física como espiritual, que quieren ejercer sobre ellos».
También es una forma de evitar que los familiares faciliten información a los presos de lo que está pasando en el exterior, «de lo que se está haciendo fuera para liberarlos». Nada de esperanza para los detenidos. Aurora comparte inquietudes con otras familias de presos políticos que le han explicado que lo habitual tras la tortura física es pasar a la tortura psicológica, «diciéndoles que sus seres queridos les han olvidado».
En los primeros días de la detención de Superlano corrieron muchos rumores sobre «la posible tortura y tratos crueles» que estaría sufriendo. Fue a raíz de las declaraciones realizadas por el fiscal general, Tarek William Saab, afirmando que estaba colaborando; y del ministro del Interior, Diosdado Cabello, que con sorna aseguró que estaba «cantando». Una de las tácticas del régimen es intentar, por medio de torturas, que los detenidos firmen documentos o graben vídeos inculpando a María Corina Machado en conspiraciones contra el Gobierno de Maduro. «Siempre es el mismo procedimiento, y en algunos casos se ha comprobado que se hace consumir a los detenidos sustancias para drogarlos y que admitan cualquier cosa».
La persecución contra Superlano viene de lejos pues ya fue víctima de una orden de captura en 2019, que le obligó a huir del país; fruto de unas negociaciones entre el Gobierno y la oposición fue indultado en 2020. «Freddy tiene una larga trayectoria en el estado de Barinas (en el que nació Hugo Chávez); en 2021 ganó las elecciones convirtiéndose en gobernador electo y destronando a la familia Chávez». Pero el chavismo no reconoció el triunfo de Superlano: «Hubo una pérdida de actas, aunque nosotros ya las teníamos; y el Tribunal Supremo de Justicia le inhabilitó». Aquello, explica Aurora, convirtió a su marido en un «referente de que sí se podía salir de la dictadura por la vía electoral con la recolección de las actas, igual que sucedió el 28 de julio».
La esposa de Superlano reconoce que los familiares de los presos políticos poselectorales al principio lo pasaron mal, pero también concede que estaban «preparados» para lo que podía suceder. «Mi esposo siempre me dijo que lo peor vendría después del 28 de julio».
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.