La empresa canadiense New Stratus Energy Inc. anunció la compra de una participación indirecta del 50% en GoldPillar International Fund SPC Ltd., un fondo privado de las Islas Vírgenes Británicas, que llegó a adquirir una participación accionaria del 40% en la empresa mixta Petrolera Vencupet S.A., que posee los derechos de producción de los campos Adas, Lido, Limón, Leona, Oficina Norte y Oficina Central, todos ubicados en los estados Anzoátegui y Monagas. Petróleos de Venezuela (Pdvsa), a través de su filial Corporación Venezolana de Petróleo, posee el 60% restante del capital social.
GoldPillar esperaba obtener la aprobación final de las autoridades venezolanas y completar esta transacción con Pdvsa en agosto del 2023, con el objetivo de comenzar las actividades en los campos en octubre del mismo año; sin embargo, hasta ahora fue que se finiquitó la operación.
Como contraprestación por la adquisición, New Stratus realizará una importante inversión de capital para completar un programa de reactivación de hasta 246 pozos en los campos, a través de una línea de crédito renovable de seis meses (65,8 millones de dólares) a Vencupet, a través de GoldPillar.
«Teniendo en cuenta los reembolsos de la venta de petróleo y productos en virtud del acuerdo de financiación, New Stratus espera que su exposición de capital máxima indirecta en virtud del servicio en cualquier momento será de aproximadamente 25 millones de dólares», indicó la compañía en una nota de prensa.
Vencupet, es una empresa mixta creada por Cuba y Venezuela en el año 2010. A través de la CVP, Pdvsa firmó con la empresa petrolera cubana Comercial Cupet S.A. un contrato para explorar y producir crudo extrapesado en varios campos ubicados en el Bloque Ayacucho de la Faja Petrolífera del Orinoco. En 2016, la cubana Cupet cedió sus acciones, por lo que la compañía pasó a ser 100% propiedad venezolana.
En el documento publicado por New Stratus Energy Inc. se destaca que los campos a operar tienen un área agregada de 794,2 kilómetros cuadrados, y que debido a la falta de inversión y capital de trabajo, no están produciendo actualmente.
Estos campos estuvieron activos por última vez en 2015, cuando la producción promedió aproximadamente entre 800 y 1.000 barriles diarios de petróleo (b/d). En 1960, cuando los campos comenzaron a producir, alcanzaron una producción máxima de 60.000 b/d. La producción de los campos ha consistido en petróleo crudo ligero y mediano, petróleo crudo pesado, gas natural convencional y gas natural líquido.
«La cesión por parte de Vencupet de los derechos de producción de petróleo a los campos tiene una duración inicial de 25 años, finalizando en diciembre de 2035. Según los acuerdos actuales con Pdvsa, Vencupet solicitará una extensión de dichos derechos por 15 años adicionales, es decir hasta el 2050. Una subsidiaria de GoldPillar será el contratista exclusivo para las actividades operativas en los campos y emprenderá un programa de reactivación para reiniciar la producción».
Pero New Stratus Energy Inc. estima alcanzar 7.400 b/d de petróleo, según las curvas históricas de disminución de la producción para cada pozo de los 90 que prevé reactivar inicialmente. Para ello requerirá un monto de 89,2 millones de dólares, aproximadamente.
La producción petrolera de Venezuela llegó a 780.000 b/d en noviembre pasado, según reportaron las fuentes secundarias a la OPEP, la mayor cifra alcanzada desde junio de 2019. Por su parte, Pdvsa informó una producción de 801.000 b/d. Con la flexibilización de las sanciones, empresas como la norteamericana Chevron, la española Repsol y la italiana ENI han contribuido en el incremento del volumen de barriles producidos.
El programa de recuperación consiste en activar 246 pozos, de los cuales 90 se reactivarán en 2024 y 2025, mientras que la de los 156 pozos restantes será a partir de 2026. La Corporación espera que la producción comercial comience en el primer trimestre de 2024. «El plan se basa en un estudio previo al desarrollo que incluye visitas de campo y análisis de yacimientos».
Aunque no todo es color de rosa. La petrolera canadiense expuso sus preocupaciones sobre estas operaciones. Destacó como riesgos y niveles de incertidumbre asociados con la recuperación de los recursos lo siguiente:
Aunque las sanciones estadounidenses se levantaron en octubre de 2023 por un período de seis meses, no hay certeza de que esta moratoria continúe. Si Estados Unidos vuelve a imponer sanciones a Venezuela, no hay certeza de que la producción de los campos pueda comercializarse.
Existe incertidumbre en la obtención de todos los datos geológicos y técnicos necesarios para todos los pozos perforados y completados. Sin los datos exactos, será un desafío realizar reparaciones para reactivar estos pozos.
Para completar el programa de reactivación, GoldPillar necesitará ingenieros, geólogos y personal operativo y de producción con experiencia. Si GoldPillar no puede retener a ese personal, entonces la puesta en marcha de campos de petróleo y gas cerrados y el mantenimiento de la producción pueden resultar desafiantes.
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