En los últimos 11 días de junio, fallecieron cinco adultos mayores con síntomas asociados al covid-19 en el ancianato San Vicente Paul. Organizaciones no gubernamentales han alertado de un foco de contagio en el lugar y han pedido realizar las pruebas PCR correspondientes.
En el ancianato San Vicente Paul, en Valencia (Carabobo), viven 85 personas y más de la mitad de los residentes tienen entre 70 y 90 años de edad. Allí residían dos hermanos, Mercedes y Alfonso Trujillo. Ambos fallecieron con un día de diferencia y con dificultad para respirar entre el 6 y 8 de junio.
De acuerdo con la información recabada por Médicos Unidos Venezuela, a los dos hermanos se les había realizado una prueba rápida que resultó positiva. No obstante, se pidió una PCR para confirmar el diagnóstico, pero no hubo tiempo para que se pudiese realizar.
La organización también alertó sobre la falta de personal para poder atender a las personas que presentan sintomatología asociada con covid-19. En la Casa Hogar hay al menos ocho hermanas religiosas que atienden a los adultos mayores, pero tres de ellas se encuentran con síntomas de la enfermedad por lo que están aisladas.
El jueves 10 de junio murió la hermana sor Carmen Prada luego de presentar malestar y problemas respiratorios. El mismo diagnóstico presentó otra mujer, quien falleció tres días después. Médicos Unidos lamentó que hasta este 15 de junio otra residente de la Casa Hogar haya perdido la vida bajo causas similares.
Piden asistencia médica
El doctor Jorge Pérez, representante de Médicos Unidos de Venezuela, capítulo Carabobo, indicó para El Diario que el 14 de junio el personal de la Fundación Instituto Carabobeño para la Salud (Insalud) acudió al ancianato para realizar pruebas rápidas a los adultos mayores. De los resultados, afirma, no pudo conocer la cantidad específica, pero alerta que existen más casos positivos dentro del ancianato.
Estamos ante la presencia de un foco de contagio en la casa hogar. Pedimos que las autoridades apoyen en habilitar personal médico porque en el lugar no tienen enfermeras que puedan cumplir con el tratamiento endovenoso que necesitan los pacientes”, explicó Pérez.
El doctor señaló que el siguiente paso para atender la situación es realizar las pruebas PCR para confirmar el diagnóstico de las personas que residen en el ancianato.
“Hay varios pacientes que están aislados. Nos preocupa esta situación porque hay algunos abuelos que no tienen familia. Hoy más que nunca necesitan de nuestra ayuda, porque no hay personal voluntario de enfermería para cumplir con los tratamientos ni personal para realizar las labores de aseo”, agregó.
Pérez recordó que los adultos mayores son considerados un grupo de riesgo, por lo que exigió que se agilice la vacunación en las casas hogares de todo el país.
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