Las celebraciones ancestrales son las que concentran mayor número de personas, pero esta vez por efectos de la pandemia de COVID-19, la fiesta de San Juan tendrá que tener menor número de participantes.
Parte de Carabobo, junto a Aragua, Miranda y Vargas, conforman el grupo de estados venezolanos donde mayormente se le rinde tributo a San Juan Bautista, cada 24 de junio, día de su nacimiento.
Richard Mendoza, presidente del Instituto para la Cultura de Naguanagua, sostiene que el sanjuanero nace, porque es una tradición que va pasando de generación en generación.
Mendoza forma parte de esta tradición, por lo que conoce todo el ritual que se debe cumplir para agasajar al patrono.
Según expresó, la principal petición a San Juan este año es que ponga fin a la pandemia, porque ya se ha llevado a mucha gente en Venezuela y el mundo.
Explicó que la festividad no se circunscribe solo al 24 de junio, sino que comienza el 23, porque ese día se tienen que vestir todos los altares con el santo, para rendirle tributo en su fecha de nacimiento.
Los sanjuaneros, antes de las 5:00 de la mañana, cantan el ave María. Tradicionalmente asisten a misa a las 5:00 pm, pero como esta vez las iglesias están cerradas, rezarán un rosario en una de las casas donde se encuentre el santo, que en el caso de Naguanagua será en Brisas de Tarapío, residencia de la familia Mendoza.
Después del rosario se hacen cantos de sirena, se tocan sangueos y golpes de tambor hasta las 12 pm, cuando se le canta el cumpleaños a San Juan. Por lo general se sigue la fiesta hasta el amanecer, incluso en la calle, pero como estamos en cuarentena, los tambores solo sonarán hasta la media noche y en el patio de la casa de la referida familia.
Los sanjuaneros del grupo de Richard Mendoza se volverán a reunir este 24 de junio a las 6:00 de la mañana, para dirigirse al río Las Marías a bautizarse con el santo. Este ritual se cumple bajo el sonido constante de los tambores y el ondear de banderas que le dan un toque de alegría y colorido a la actividad.
Posteriormente vuelven a la casa para disfrutar de un sancocho. Luego de un rato, comienza la visita a los hogares de los devotos del santo, para después regresar y seguir bailando al ritmo de los tambores, hasta las 12 pm.
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