Habitantes de Táchira se ven en la necesidad de cocinar a la leña por la escasez de gas y los constantes apagones que se vive en el estado.
Aunque existe un cronograma de racionamiento eléctrico, no se cumple, por lo que quienes organizan su tiempo y adaptan sus comidas a las horas sin electricidad, se ven en circunstancias donde no pueden comer porque no tienen cómo cocinas.
Andreina Moncada es uno de los tantos casos que existen, pues desde agosto de 2019 no tiene gas en Barrio Sucre, sector de San Cristóbal donde vive. Tan solo puede preparar alimentos en una cocina eléctrica cuando tiene luz.
Esta mujer, de 52 años, dio un nombre que no es el real, esto ante el temor de que su cara y su identidad puedan ser objeto de hostigamiento o de exclusión para el momento en que vendan gas en su comunidad.
«Soy del bloque A, quiere decir que mientras el bloque B no tiene luz, yo puedo cocinar, preparar alimentos, o bueno, no alimentos, arepas, arroz y lentejas solamente, para los desayunos, almuerzos y cenas, pero entonces no puedo ni siquiera cumplir con los horarios que yo misma me establecí para garantizar la comida porque quitan la luz realmente cuando les da la gana» relató.
Una hija de 28 años, su nieto de 6 y su esposo de 62 años, pasan el día a la expectativa de si podrán o no cocinar y comer porque los apagones les toman por sorpresa por más que intentan organizarse.
Leña a falta de electricidad
Por el desorden en los horarios para los cortes de electricidad, la familia ha debido recurrir a la leña como única alternativa para cocinar.
«El horario dice que no tendremos luz de 6 a 9 de la mañana, así que a las 9 de la mañana empezamos a cocinar en la hornilla eléctrica, pero por ejemplo el sábado la quitaron tantas veces que no hubo manera ni siquiera de terminar las arepas, debimos correr a encender leña y poner un budare ahí para terminarlas porque esperamos una hora y media y nada de la luz» narró la señora.
Comprar leña es otro inconveniente para la familia que debe pagarla en pesos colombianos pues es la única forma en que pueden conseguirla. “Mi vecino va y la corta por el Chorro el Indio y nos trae, pero debemos darle 10 mil pesos (250 mil bolívares) porque nosotros no sabemos cortar ni tenemos cómo movernos hasta allá”, detalló la mujer.
Corpoelec semanalmente publica un cronograma que no es cumplido, los apagones son a diario y a horas distintas a las estipuladas.
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