Tomas ilegales, filtraciones, falta de mantenimiento y equipos obsoletos, son algunos de los elementos que ocasionan que el servicio de agua potable en estados como Lara, principalmente en los municipios Jiménez, Morán e Iribarren llegue con menor frecuencia a través de las tuberías. Y es que hace 40 años el embalse Dos Cerritos del Sistema Alto Tocuyo producía 4350 litros por segundo (LPS), hoy solo produce 3500 LPS que se distribuyen entre los tres municipios.
María B. Jordán | La Prensa de Lara
Debido a que el embalse surte de agua al 80 % de la población de los tres municipios, mientras el otro 20 % depende de pozos, los 3500 LPS que actualmente se producen se distribuyen entre 2200 LPS a Barquisimeto, 400 LPS a El Tocuyo y 300 LPS a Quíbor. Una diferencia de 600 LPS se pierden en el camino, según cifras que revela un estudio realizado por el Colegio de Ingenieros de Lara.
En detalle, 250 LPS se escapan por las filtraciones en tuberías que han caducado su tiempo de vida útil, mientras que 350 LPS se van en las tomas ilegales. La falta de mantenimiento que causa corrosión en la tubería matriz permite que el agua se desvíe y pierda gravedad para llegar a su destino, cuya consecuencia es que en las comunidades el agua llegue de forma intermitente o en el mejor de los casos, llegue apenas un chorrito y por tiempo limitado, una situación sobre la cual han corrido millones de litros de tinta en los medios impresos pues vecinos de diversos sectores denuncian casi a diario que no reciben el servicio al punto que han protestado y ante la falta de respuestas gubernamentales, se han visto obligados a comprar a camiones cisternas a precios de escándalo.
El estudio del Colegio de Ingenieros también reveló que en zonas agrícolas, algunos dueños de fincas y haciendas abren boquetes a las tuberías matrices para desviar agua a sus tierras y la cual es usada para regar los sembradíos y para los animales, lo cual priva la fluidez del agua hacia las zonas que están legalmente conectadas a la tubería.
Sube sectorización
Julio Gutiérrez, miembro del Colegio de Ingenieros dijo en que en Iribarren, ninguna comunidad tiene agua las 24 horas del día, ni tampoco todas las zonas al mismo tiempo, esto se debe al crecimiento poblacional y por la falta de mantenimiento que obligó a Hidrolara desde el año 2005 a realizar maniobras y sectorizar el servicio. «Se trata de abrir y cerrar válvulas para construir cortinas y sectorizar la presión», explica.
El ingeniero explicó que en el 2005 la hidrológica realizaba 26 maniobras diarias, hoy son alrededor de 276 a través de una programación que se supone garantiza el agua en los sectores. Pero resulta que algunas zonas son más afectadas que otras lo que causa descontento y cuyos habitantes pasan roncha, hasta el punto que pasan días y al abrir el grifo solo sale aire en lugar de agua.
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